Y Lía dijo: ¡Qué felicidad'! Las mujeres me felicitarán. Y lo llamó Aser.
Lucas 2:36 - Nueva Biblia Española (1975) Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana: de jovencita había vivido siete años casada, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, Biblia Nueva Traducción Viviente En el templo también estaba Ana, una profetisa muy anciana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Su esposo había muerto cuando solo llevaban siete años de casados. Biblia Católica (Latinoamericana) Había también una profetisa muy anciana, llamada Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. No había conocido a otro hombre que a su primer marido, muerto después de siete años de matrimonio. La Biblia Textual 3a Edicion Estaba también allí cierta profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ésta, de edad muy avanzada, había vivido con su marido siete años desde su virginidad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 También estaba allí una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Tenía ya una edad muy avanzada. Casada cuando era jovencita, había vivido con su marido siete años Biblia Reina Valera Gómez (2023) Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser; la cual era grande de edad, y había vivido con su marido siete años desde su virginidad; |
Y Lía dijo: ¡Qué felicidad'! Las mujeres me felicitarán. Y lo llamó Aser.
Entonces el sacerdote Jelcías, Ajicán, Acbor, Safan y Asaías fueron a ver a la profetisa Julda, esposa de Salún, el guardarropa, hijo de Ticua de Jarjás. Julda vivía en Jerusalén, en el Barrio Nuevo. Le expusieron el caso,
María, la profetisa, hermana de Aarón, tomó su pandero en la mano, y todas las mujeres salieron detrás de ella con panderos a danzar.
Tú, hijo de Adán, encárate con tus paisanas, metidas a profetisas por su cuenta, y profetiza contra ellas
mientras que a ti una espada te traspasará el corazón; así quedará patente lo que todos piensan.
Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
y sobre mis siervos y siervos derramaré mi Espíritu en aquellos días y profetizarán.
Una mujer que ora o habla inspirada con la cabeza descubierta, deshonra a su cabeza, porque eso y estar rapada es uno y lo mismo.
En la cuestión de los fenómenos espirituales no quiero que sigan en la ignorancia.
porque el dirigente tiene que ser irreprochable, fiel a su mujer, juicioso, equilibrado, bien educado, hospitalario, hábil para enseñar,
No inscribas en la lista a una viuda de menos de sesenta años; tiene que haber sido fiel a su marido
de la tribu de Aser, doce mil; de la tribu de Neftalí, doce mil; de la tribu de Manases, doce mil;
Débora, profetisa, casada con Lapidot, gobernaba por entonces a Israel.
Tenía dos mujeres: una se llamaba Ana y la otra Feniná. Feniná tenía hijos y Ana no los tenía.