que tenga compasión de él y diga: 'Líbralo de bajar a la fosa, que he encontrado rescate por él',
Efesios 1:7 - Nueva Biblia Española (1975) La derramó sobre nosotros por medio de su Hijo querido, el cual, con su sangre, nos ha obtenido la liberación, el perdón de los pecados; muestra de su inagotable generosidad. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, Biblia Nueva Traducción Viviente Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados. Biblia Católica (Latinoamericana) En él y por su sangre fuimos rescatados,
y se nos dio el perdón de los pecados,
fruto de su generosidad inmensa La Biblia Textual 3a Edicion en quien tenemos la° redención por su sangre, el perdón de los pecados,° conforme a las riquezas de su gracia, Biblia Serafín de Ausejo 1975 En él tenemos la redención por medio de su sangre, el perdón de los pecados según la riqueza de su gracia, Biblia Reina Valera Gómez (2023) en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados, según las riquezas de su gracia, |
que tenga compasión de él y diga: 'Líbralo de bajar a la fosa, que he encontrado rescate por él',
Espere Israel al Señor, como el centinela a la aurora; porque la misericordia es cosa del Señor, la redención copiosa:
porque tú eres bueno y perdonas, eres misericordioso con los que te invocan.
que conserva la misericordia hasta la milésima generación, que perdona culpas, delitos y pecados, aunque no deja impune y castiga la culpa de los padres en los hijos, nietos y bisnietos.
Yo, yo era quien por mi cuenta borraba tus crímenes y no me acordaba de tus pecados;
ya no tendrán que enseñarse unos a otros, mutuamente, diciendo: 'Tienes que conocer al Señor', porque todos, grandes y pequeños, me conocerán -oráculo del Señor- , pues yo perdono sus culpas y olvido sus pecados.
Escucha, Señor; perdona, Señor; atiende, Señor; actúa sin tardanza, ¡Dios mío, por tu honor! Por tu ciudad y tu pueblo, que llevan tu nombre.
Pero aunque nosotros nos hemos rebelado, el Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona.
rezó al Señor en estos términos: ¡Ah Señor, ya me lo decía yo cuando estaba en mi tierra! Por algo me adelanté a huir a Tarsis; porque sé que eres 'un Dios compasivo y clemente, paciente y misericordioso', que te arrepientes de las amenazas.
¿Qué Dios como tú perdona el pecado y absuelve la culpa al resto de su heredad? No mantendrá siempre la ira, pues ama la misericordia;
Aquel día se alumbrará un manantial contra los pecados e impurezas para la dinastía de David y los vecinos de Jerusalén.
¡Arriba, espada, contra mi pastor, contra mi ayudante! -oráculo del Señor- de los ejércitos-. Hiere al pastor, que se dispersen las ovejas; volveré mi mano contra los zagales.
Igual que este Hombre no ha venido a que le sirvan, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos'.
que esto es la sangre de la alianza mía, que se derrama por todos para el perdón de los pecados.
y perdónanos nuestras deudas, que también nosotros perdonamos a nuestros deudores;
Y les dijo: Esto es la sangre de la alianza mía que se derrama por todos.
y en su nombre se predicará el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
A quienes declaren libres de los pecados, quedarán libres de ellos; a quienes se los imputen, les quedarán imputados.
EL testimonio de los Profetas es unánime: que todo el que cree en él recibe por su medio el perdón de los pecados.
Pedro les contestó: Arrepiéntanse, bautícense cada uno confesando que Jesús es Mesías para que se les perdonen los pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.
Tengan cuidado de ustedes y de todo el rebaño en que el Espíritu Santo los ha puesto como guardianes, siendo así pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con la sangre de su Hijo.
Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse para que se borren sus pecados;
¿O es que no das importancia a su inagotable benignidad, a su tolerancia y a su paciencia, sin darte cuenta de que la benignidad de Dios te está empujando a la enmienda?
pero graciosamente van siendo rehabilitados por la generosidad de Dios, mediante el rescate presente en el Mesías Jesús:
Dios nos lo ha puesto delante como lugar donde, por medio de la fe, se expían los pecados con su propia sangre. Así demuestra Dios que no fue injusto si dejó impunes con su tolerancia los pecados del pasado,
y dar a conocer su inagotable esplendidez con los que eran objeto de misericordia, que él había preparado para la gloria?...
Pero de él viene que ustedes, por medio del Mesías Jesús, tengan existencia, pues él se hizo para nosotros saber que viene de Dios: honradez y, además, consagración y liberación,
porque ya saben lo generoso que fue nuestro Señor, Jesús Mesías: siendo rico, se hizo pobre por ustedes para enriquecerlos con su pobreza.
garantía de nuestra herencia, para liberación de su patrimonio, para himno a su gloria.
que les tenga iluminados los ojos del alma, para que comprendan qué esperanza abre su llamamiento, qué tesoro es la gloriosa herencia destinada a sus consagrados
Y la derrochó con nosotros -y ¡con cuánta sabiduría e inteligencia!-,
De ellos éramos también nosotros, pues todos vivíamos antes sujetos a los bajos deseos, obedeciendo a los caprichos del instinto y de la imaginación, y, naturalmente, estábamos destinados a la reprobación como los demás. Pero Dios, rico en misericordia, por el gran amor que nos tuvo,
Con esa bondad suya para con nosotros, por medio del Mesías Jesús, quería mostrar a las edades futuras su espléndida e incomparable generosidad.
y le pido que, mostrando su inagotable esplendidez, los refuerce y fortalezca interiormente con su Espíritu,
A mí, el más insignificante de todos los consagrados, me concedieron este don: anunciar a los paganos la inimaginable riqueza del Mesías
Mi Dios, por su parte, cubrirá todas las necesidades de ustedes con sus inagotables riquezas por medio del Mesías Jesús.
A éstos ha querido Dios manifestar qué espléndida riqueza representa este secreto para los paganos, pues consiste en que el Mesías, la gloria espetada, les pertenece.
Y a ustedes, muertos como estaban por sus delitos y por no arrancar sus bajos instintos, Dios les dio vida con él, perdonando todos nuestros delitos,
así cobrarán ánimos, uniéndose estrechamente con el amor mutuo y enriqueciéndose con toda la certeza que da el comprender, penetrando el secreto de Dios, el Mesías,
del que se entregó por nosotros, para rescatarnos de toda clase de maldad y purificarse un pueblo elegido, entregado a hacer el bien.
derramó copiosamente sobre nosotros por medio de nuestro salvador, Jesús Mesías.
Según la Ley, prácticamente todo se purifica con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.
El en su persona subió nuestros pecados a la cruz, pata que nosotros muramos a los pecados y vivamos para la honradez: 'sus llagas los curaron'.
Porque también el Mesías sufrió una vez por los pecados, el inocente por los culpables, para llevarnos a Dios; sufrió la muerte en su cuerpo, pero recibió vida por el Espíritu.
Les digo, hijos míos, que los pecados de ustedes están perdonados por obra suya.
que expía nuestros pecados, y no sólo los nuestros, sino también los del mundo entero.
Por esto existe el amor: no porque amáramos nosotros a Dios, sino porque él nos amó a nosotros y envió a su Hijo para que expiara nuestros pecados.
Estos son los que no se pervirtieron con mujeres, porque son vírgenes; éstos son los que siguen al Cordero adondequiera que vaya; los adquirieron como primicias de la humanidad para Dios y el Cordero.
cantaban un cántico nuevo: Tú mereces recibir el rollo y soltar sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre adquiriste para Dios hombres de toda raza y lengua, pueblo y nación;