1 Timoteo 2 - Nueva Biblia Española (1975)1 Según esto, lo primero que recomiendo es que se tengan súplicas y oraciones, peticiones y acciones de gracias por la humanidad entera, 2 por los reyes y todos los que ocupan altos cargos, para que llevemos una vida tranquila y sosegada, con un máximo de piedad y decencia. 3 Esto es cosa buena y agrada a Dios nuestro salvador, 4 pues él quiere que todos los hombres se salven y lleguen a conocer la verdad. 5 Porque no hay más que un Dios y no hay más que un mediador entre Dios y los hombres, un hombre, el Mesías Jesús, 6 que se entregó como precio de la libertad de todos. 7 Ese testimonio se dio a su debido tiempo y de él me han nombrado heraldo y apóstol -digo la verdad, no miento- para enseñar a los paganos la fe y la verdad. 8 En cualquier lugar que sea, quiero que las oraciones las digan los hombres; que levanten manos inocentes, sin ira ni rencores. 9 Por lo que toca a las mujeres, que vayan convenientemente arregladas, compuestas con decencia y modestia, sin adornos de oro en el peinado, sin perlas ni vestidos lujosos; 10 adornadas con buenas obras, como corresponde a mujeres que se profesan piadosas. 11 La mujer, que escuche la enseñanza, quieta y con docilidad. 12 A la mujer no le consiento enseñar ni imponerse a los hombres; le corresponde estar quieta, 13 porque Dios formó primero a Adán y luego a Eva. 14 Además a Adán no lo engañaron, fue la mujer quien se dejó engañar y cometió el pecado; 15 pero llegará a salvarse por la maternidad, con tal que persevere con fe, amor y una vida santa y modesta. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.