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Apocalipsis 7:3 - Nueva Biblia Española (1975)

'No dañen a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente con el sello a los siervos de nuestro Dios'.

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Biblia Reina Valera 1960

diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«¡Esperen! No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que hayamos puesto el sello de Dios en la frente de sus siervos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

diciendo: ¡No dañéis la tierra ni el mar ni los árboles, hasta que sellemos en la frente a los siervos de nuestro Dios!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

diciendo: 'No dañéis ni a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que no hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado a los siervos de nuestro Dios en sus frentes.

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Apocalipsis 7:3
31 Tagairtí Cros  

La sangre será la contraseña de ustedes en las casas donde estén: cuando vea la sangre, pasaré de largo: no los tocará la plaga exterminadora cuando yo pase hiriendo a Egipto.


El Señor va a pasar hiriendo a Egipto, y cuando vea la sangre en el dintel y las jambas, el Señor pasará de largo y no permitirá al exterminador entrar en sus casas para herir.


Lo castigas espantándolo, expulsándolo, arrollándolo con viento impetuoso en día de solano.


ningún arma forjada contra ti dará resultado; y a la lengua que te acuse enjuicio le probarás que es culpable. Esta es la herencia de los siervos del Señor, yo soy su vindicador -oráculo del Señor- .


Y aunque queden en él uno de cada diez, de nuevo será barrido; encina o roble que, al cortarlos, sólo dejan un tocón. Este tocón será semilla santa.


Así dice el Señor: Como al encontrar zumo en un racimo se dice: 'No lo eches a perder, que es una bendición', así haré yo en atención a mis siervos: no lo echaré a perder todo.


y le dijo el Señor: Recorre la ciudad, atraviesa Jerusalén y marca en la frente a los que se lamentan afligidos por las abominaciones que en ella se cometen.


A viejos, muchachos y muchachas, a niños y mujeres, mátenlos, acaben con ellos; pero a ninguno de los marcados lo toquen. Empiecen por mi santuario. Y empezaron por los ancianos que estaban frente al templo.


Si es así, el Dios a quien veneramos puede librarnos del horno encendido y nos librará de tus manos.


Y acercándose a la puerta del horno encendido, dijo: Sidrac, Misac y Abdénago, siervos del Dios Altísimo, salgan y vengan. Sidrac, Misac y Abdénago salieron del horno.


Entonces el rey mandó traer a Daniel y echarlo al foso de los leones. El rey dijo a Daniel: ¡Que te salve ese Dios a quien tú veneras con tanta constancia!


Busquen al Señor, los humildes que cumplen sus mandatos: busquen la justicia, busquen la humildad, para tener un refugio el día de la ira del Señor.


entonces verán ustedes la diferencia entre buenos y malos, entre los que sirven a Dios y los que no le sirven.


Si no se acortaran aquellos días, nadie escaparía con vida; pero por amor a los elegidos se acortarán.


y enviará a sus ángeles con trompetas sonoras y reunirán a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte'.


El que quiera ayudarme, que me siga, y así, allí donde yo estoy, estará también el que me ayuda. A quien me ayude lo honrará el Padre.


Quien acepta su testimonio pone su sello, declarando: Dios es leal,


Ahora, en cambio, emancipados del pecado y entrados al servicio de Dios, se van ganando una consagración que lleva a vida eterna.


A todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, esclavos y libres, hizo que los marcaran en la mano derecha o en la frente,


para impedir comprar ni vender al que no llevara la marca con el nombre de la fiera o la cifra de su nombre.


En la visión apareció el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil que llevaban inscrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre.


Lo siguió otro ángel, el tercero ¡clamando: 'Quien venere a la fiera y su estatua y reciba su marca en la frente o en la mano,


porque sus sentencias son legítimas y justas! El ha condenado a la gran prostituta que corrompía la tierra con su fornicación y le ha pedido cuenta de la sangre de sus siervos.


Vi también tronos, donde se sentaron los encargados de pronunciar sentencia; vi también con vida a los decapitados por dar testimonio de Jesús y proclamar el mensaje de Dios, los que no habían rendido homenaje a la fiera ni a su estatua y no habían llevado su marca en la frente ni en la mano. Estos volvieron a la vida y fueron reyes con el Mesías mil años.


lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente.


Me pareció oír una voz que salía de entre los cuatro vivientes y que decía: 'Un cuartillo de trigo, una moneda de plata; tres cuartillos de cebada, una moneda de plata; al aceite y al vino, no los dañes'.


Después de esto vi cuatro ángeles, plantado cada uno en un ángulo de la tierra; retenían a los cuatro vientos de la tierra para que ningún viento soplara sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre los árboles.


Vi después otro ángel que subía del Oriente llevando el sello de Dios vivo. Con un grito potente dijo a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar:


Se les ordenó que no hicieran daño a la hierba ni a nada verde ni a ningún árbol, sino sólo a los hombres que no llevan la marca de Dios en la frente.