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Apocalipsis 20:4 - Nueva Biblia Española (1975)

4 Vi también tronos, donde se sentaron los encargados de pronunciar sentencia; vi también con vida a los decapitados por dar testimonio de Jesús y proclamar el mensaje de Dios, los que no habían rendido homenaje a la fiera ni a su estatua y no habían llevado su marca en la frente ni en la mano. Estos volvieron a la vida y fueron reyes con el Mesías mil años.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Después vi tronos, y los que estaban sentados en ellos habían recibido autoridad para juzgar. Vi las almas de aquellos que habían sido decapitados por dar testimonio acerca de Jesús y proclamar la palabra de Dios. Ellos no habían adorado a la bestia ni a su estatua, ni habían aceptado su marca en la frente o en las manos. Volvieron a la vida, y reinaron con Cristo durante mil años.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 También vi unos tronos, y sentados en ellos los que tienen poder para juzgar. Vi también las almas de aquellos a quienes les cortaron la cabeza por causa de las enseñanzas de Jesús y de la Palabra de Dios. Vi a todos los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido su marca en la frente o en la mano. Volvieron a la vida y reinaron mil años con el Mesías.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y vi tronos, y se sentaron en ellos, y les fue concedido juzgar.° Vi también° las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por causa de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca en la frente y en su mano, y volvieron a vivir° para reinar con el Mesías mil años: Ésta es la primera resurrección,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Luego vi tronos. A los que se sentaron en ellos se les dio poder de juzgar. Y vi las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la Palabra de Dios, y a cuantos no habían adorado la bestia ni su imagen, ni habían recibido la marca en la frente ni en la mano. Volvieron a la vida y reinaron con Cristo por mil años.

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Apocalipsis 20:4
40 Tagairtí Cros  

Durante ese reinado el Dios del cielo suscitará un reino que nunca será destruido ni su dominio pasará a otro, sino que destruirá y acabará con todos los demás reinos, pero él durará por siempre;


Pero los santos del Altísimo recibirán el reino y lo poseerán por los siglos de los siglos.


Hasta que llegó el anciano para hacer justicia a los santos del Altísimo, y empezó el imperio de los santos.


El poder real y el dominio sobre todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del Altísimo. Será un reino eterno, al que temerán y se someterán todos los soberanos.


Durante la visión vi. que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó: Su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas.


Y yo les enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible:


Jesús les dijo: Les aseguro que cuando llegue el mundo nuevo y este Hombre se siente en su trono de gloria, también ustedes, los que me han seguido, se sentarán en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.


entonces fallarán muchos, y se delatarán y se odiarán unos a otros.


Pero Herodes, al oírlo, decía: Aquel Juan a quien yo le corté la cabeza, ése ha resucitado.


y en seguida mandó a un verdugo que trajera la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel,


Le preguntaron: ¿Por qué dicen los letrados que primero tiene que venir Elias?


El irá por delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para reconciliar a los padres con los hijos, y enseñar a los rebeldes la sensatez dé los justos, preparándole al Señor un pueblo bien dispuesto.


y dichoso tú entonces porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.


Cuando yo sea rey comerán y beberán a mi mesa, y se sentarán en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.


Dentro dé poco, el mundo dejará de verme; ustedes, en cambio, me verán, porque yo tengo vida y también ustedes la tendrán.


Porque si excluirlos a ellos ha supuesto reconciliación para el mundo, ¿qué será el acogerlos, sino un volver de muerte a vida?


ahora, si somos hijos, somos también herederos: herederos de Dios, coherederos con el Mesías; y el compartir sus sufrimientos es señal de que compartiremos también su gloria.


Si perseveramos, reinaremos con él; si lo negamos, también él nos negará;


Diciendo todo lo que ha visto, éste se hace testigo de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús Mesías.


Yo, Juan, hermano de ustedes, con quienes comparto la lucha, el linaje real y la constancia cristiana, me encontraba en la isla de Patmos por proclamar el mensaje de Dios y dar testimonio de Jesús.


Al cabo de los tres días y medio un aliento de vida mandado por Dios entró en ellos y se pusieron en pie; el terror sobrecogió a todos los que lo veían.


Al tocar su trompeta el séptimo ángel se oyeron aclamaciones en el cielo: ¡El reinado sobre el mundo ha pasado a nuestro Señor y a su Mesías, y reinará por los siglos de los siglos!


pero haré que mis dos testigos profeticen vestidos de saco mil doscientos sesenta días'.


Cuando terminen su testimonio, la fiera que sube del abismo les hará la guerra, los derrotará y los matará.


ellos lo vencieron con la sangre del Cordero y con el testimonio que pronunciaron sin preferir la vida a la muerte.


El humo de su tormento subirá por los siglos de los siglos, pues los que veneran a la fiera y reciben la marca con su nombre no tendrán respiro ni día ni noche'.


Vi también una especie de mar de vidrio mezclado de fuego; en la orilla del mar de vidrio estaban de pie los que habían triunfado de la fiera; de su estatua y de la cifra de su nombre; con cítaras que Dios les había dado


La fiera que viste estuvo ahí; ahora no está, pero va a salir del abismo para ir a su ruina. Los habitantes de la tierra cuyo nombre no está escrito desde la creación del mundo en el registro de los vivos se sorprenderán al ver que la fiera que estaba ahí y ahora no está se presenta de nuevo.


Al que salga vencedor cumpliendo hasta el final mis tareas, le daré autoridad sobre las naciones -la misma que yo tengo de mi Padre-,


Dichoso y santo aquel a quien le toca en suerte la primera resurrección, sobre ellos la segunda muerte no tiene poder: serán sacerdotes de Dios y del Mesías y serán reyes con él los mil años.


Noche no habrá más, ni necesitarán luz de lámpara o del sol, porque el Señor Dios esparcirá luz sobre ellos y serán reyes por los siglos de los siglos.


Al que salga vencedor lo sentaré en mi trono, a mi lado, lo mismo que yo, cuando vencí, me senté en el trono de mi Padre, a su lado.


En círculo, alrededor del trono, había otros veinticuatro tronos, y sentados en ellos veinticuatro ancianos con capas blancas y coronas de oro en la cabeza.


Cuando soltó el quinto sello, vi al pie del altar, con vida', a los asesinados por proclamar la palabra de Dios y por el testimonio que mantenían;


'No dañen a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente con el sello a los siervos de nuestro Dios'.


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