Apocalipsis 20 - Nueva Biblia Española (1975)1 Vi entonces un ángel que bajaba del cielo llevando la llave del abismo y una cadena grande en la mano. 2 Agarró al dragón, la serpiente primordial, el diablo o Satanás, y lo encadenó para mil años. 3 Lo arrojó al abismo, echó la llave y puso un sello encima, para que no pueda extraviar a las naciones antes que se cumplan los mil años. Después tiene que estar suelto por un poco de tiempo. 4 Vi también tronos, donde se sentaron los encargados de pronunciar sentencia; vi también con vida a los decapitados por dar testimonio de Jesús y proclamar el mensaje de Dios, los que no habían rendido homenaje a la fiera ni a su estatua y no habían llevado su marca en la frente ni en la mano. Estos volvieron a la vida y fueron reyes con el Mesías mil años. 5 (EL resto de los muertos no volvió a la vida hasta pasados los mil años). Esta es la primera resurrección. 6 Dichoso y santo aquel a quien le toca en suerte la primera resurrección, sobre ellos la segunda muerte no tiene poder: serán sacerdotes de Dios y del Mesías y serán reyes con él los mil años. 7 Pasados los mil años soltarán a Satanás de la prisión. 8 Saldrá él para engañar a las naciones de los cuatro lados de la tierra, a Gog y Magog, y reclutarlos para la guerra, incontables como las arenas del mar. 9 Subieron a la llanura y cercaron el campamento de los consagrados y la ciudad predilecta, pero bajó fuego del cielo y los devoró. 10 Al diablo que los había engañado lo arrojaron al lago de fuego y azufre con la fiera y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. 11 Vi un trono magnífico y brillante y al que estaba sentado en él; huyeron de su presencia la tierra y el cielo y desaparecieron definitivamente. 12 Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante el trono de Dios. Se abrieron unos libros y abrieron luego un libro aparte, el registro de los vivos'. Juzgaron a los muertos por sus obras, según lo escrito en los libros. 13 EÍ mar entregó sus muertos, la muerte y el abismo entregaron sus muertos, y cada uno de ellos fue juzgado por sus obras. 14 A la muerte y al abismo los echaron al lago de fuego. El lago de fuego es la segunda muerte. 15 Y a todo el que no estaba escrito en el registro de los vivos lo arrojaron al lago de fuego. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.