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Apocalipsis 20:11 - Nueva Biblia Española (1975)

11 Vi un trono magnífico y brillante y al que estaba sentado en él; huyeron de su presencia la tierra y el cielo y desaparecieron definitivamente.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. La tierra y el cielo huyeron de su presencia, pero no encontraron ningún lugar donde esconderse.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Luego vi un trono grande y espléndido y a uno que estaba sentado en él; el cielo y la tierra huyeron al verlo sin que quedaran huellas de ellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él, ante cuyo rostro huyeron la tierra y el cielo, y no fue hallado lugar para ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. Huyeron de su presencia la tierra y el cielo, y no se les volvió a ver en ningún lugar.

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Apocalipsis 20:11
27 Tagairtí Cros  

¡Lejos de ti hacer tal cosa! Matar al inocente con el culpable, confundiendo al inocente con el culpable, i lejos de ti! El juez de todo el mundo, ¿no hará justicia?


estremece la tierra en sus cimientos, y sus columnas retiemblan;


ellos perecerán, tú permaneces, se gastarán como ropa, serán como vestido que se muda.


Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado:


Justicia y derecho sostienen tu trono, lealtad y fidelidad se colocan frente a ti.


Tiniebla y Nube lo rodean, Justicia y Derecho sostienen su trono.


El año de la muerte del rey Ozías vi. al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo.


En tu visión una piedra se desprendió sin intervención humana, chocó con los pies de hierro y barro de la estatua y la hizo pedazos.


Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros.


Pero ¡les digo que Tiro y Sidón serán tratadas con menos rigor el día del juicio.


El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.


Cuando este Hombre venga con su esplendor acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria


Pues con la dureza de tu corazón impenitente te estás almacenando castigos para el día del castigo, cuando se revelará el justo juicio de Dios,


Y la misma palabra tiene reservada para el fuego, el cielo y la tierra de ahora, guardándolos para el día del juicio y de la ruina de los impíos.


pero no vencieron y desaparecieron del cielo definitivamente;


Todas las islas huyeron, los montes desaparecieron.


Vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco; su jinete se llama el fiel y el leal, porque lleva razón en el juicio y en la guerra.


Agarró al dragón, la serpiente primordial, el diablo o Satanás, y lo encadenó para mil años.


Vi entonces un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar ya no existía.


Y el que estaba sentado en el trono dijo: Todo lo hago nuevo. Y añadió: Escribe, que estas palabras son fidedignas y verídicas.


Al momento me arrebató el Espíritu. Había un trono en el cielo y alguien sentado en el trono.


Desapareció el cielo como un volumen que se enrolla y montes e islas se desplazaron de su lugar.


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