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Daniel 3:26 - Nueva Biblia Española (1975)

26 Y acercándose a la puerta del horno encendido, dijo: Sidrac, Misac y Abdénago, siervos del Dios Altísimo, salgan y vengan. Sidrac, Misac y Abdénago salieron del horno.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Entonces Nabucodonosor se acercó tanto como pudo a la puerta del horno en llamas y gritó: «¡Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salgan y vengan aquí!». Así que Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron del fuego.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 ¡Bendito seas tú, Señor, Dios de nuestros padres, que tu nombre sea alabado y glorificado eternamente!

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Y Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego en llamas, y dijo: ¡Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos de ’Elaha ‘Il•laya,° salid y venid! Y Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron del medio del fuego.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 'Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres, y digno de alabanza; y glorioso es tu nombre por los siglos.

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Daniel 3:26
22 Tagairtí Cros  

Melquisedec, rey de Salen, sacerdote de Dios Altísimo, le sacó pan y vino,


porque son tu pueblo y tu heredad, los que sacaste de Egipto, del horno de hierro.


Nos dieron la siguiente respuesta: 'Nosotros somos servidores del Dios del cielo y tierra, y estamos reconstruyendo un templo edificado antaño, que construyó y terminó un gran rey de Israel.


nos los pusiste a cabalgar encima; pasamos por fuego y por agua, pero nos has dado respiro.


El Señor dice así: Miren, yo coloco en Sión una piedra probada, angular, preciosa, de cimiento: 'quien se apoya no vacila'.


No saldrán apresurados ni se irán huyendo, pues en cabeza marcha el Señor, y en la retaguardia, el Dios de Israel.


que yo impuse a sus padres cuando los saqué de Egipto, de aquel horno de hierro: 'Obedézcanme y hagan lo que les mando; así serán mi pueblo y yo seré su Dios'.


El rey dijo a Daniel: Sin duda que tu Dios es Dios de dioses y Señor de reyes; él revela los secretos, puesto que tú fuiste capaz de explicar este secreto.


Si es así, el Dios a quien veneramos puede librarnos del horno encendido y nos librará de tus manos.


Quiero contar los signos y prodigios que el Dios Altísimo ha hecho conmigo:


Se acercó al foso y gritó afligido: ¡Daniel, siervo del Dios vivo! ¿Ha podido salvarte de los leones ese Dios a quien veneras con tanta constancia?


Daniel le contestó: ¡Viva siempre el rey!


blasfemará contra el Excelso, perseguirá a los santos del Altísimo e intentará cambiar el calendario y la ley. Dejarán en su poder a los santos durante un año y otro año y otro año y medio.


Nos seguía a Pablo y a nosotros gritando: Estos hombres son siervos de Dios Soberano y les anuncian el camino de la salvación.


Pero Pablo replicó a los guardias: ¿Cómo? Nos azotan en público, sin previa sentencia, a nosotros, ciudadanos romanos, nos meten en la cárcel, ¿y ahora pretenden echarnos a escondidas? Ni hablar. Que vengan ellos en persona a sacarnos.


porque esta noche se me ha presentado un mensajero del Dios a quien pertenezco y sirvo,


Qué, ¿trato ahora de ganarme la amistad de los hombres o de Dios?, o ¿busco yo contentar a hombres? Si todavía tratara de contentar a hombres, no podría estar al servicio de Cristo.


En cambio, a ustedes los tomó el Señor y los sacó del horno de hierro de Egipto para que fueran el pueblo de su heredad, como lo eres hoy.


Los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza del Señor estaban quietos en el cauce seco, firmes en medio del Jordán, mientras Israel iba pasando por el cauce seco, hasta que acabaron de pasar todos.


Los sacerdotes que llevaban el arca estuvieron quietos en medio del Jordán hasta que terminaron de hacer todo lo que Josué mandó al pueblo por orden del Señor. La gente se dio prisa a pasar.


Y del trono salió una voz que decía: ¡Alaben a nuestro Dios todos sus servidores, todos sus fieles, pequeños y grandes!


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