Isaías 6 - Nueva Biblia Española (1975)1 El año de la muerte del rey Ozías vi. al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo. 2 Por encima de él había serafines erguidos, con seis alas cada uno: con dos alas se cubrían el rostro, con dos alas se cubrían el cuerpo, con dos alas se cernían. 3 Y clamaban alternándose: ¡Santo, santo, santo, el Señor de los ejércitos; la tierra está llena de su gloria! 4 Y temblaban los umbrales de las puertas al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo. 5 Yo dije: '¡Ay de mí. estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos'. 6 Y voló hacia mí uno de los serafines con un ascua en la mano, que había tomado del altar con unas tenazas; 7 la aplicó a mi boca y me dijo: 'Mira: esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado'. 8 Entonces escuché la voz del Señor, que decía: ¿A quién mandaré?, ¿quién irá de nuestra parte? Contesté: Aquí estoy, mándame. 9 El replicó: Vete y di a ese pueblo: Oigan con sus oídos, sin entender; miren con sus ojos, sin comprender. 10 Embota el corazón de ese pueblo, endurece su oído, ciega sus ojos: que sus ojos no vean, que sus oídos no oigan, que su corazón no entienda, que no se convierta y sane. 11 Pregunté: ¿Hasta cuándo, Señor? Y me contestó; Hasta que se desmoronen las ciudades despobladas y las casas deshabitadas, y queden los campos desolados. 12 Porque el Señor alejará a los hombres, y crecerá el abandono en el país. 13 Y aunque queden en él uno de cada diez, de nuevo será barrido; encina o roble que, al cortarlos, sólo dejan un tocón. Este tocón será semilla santa. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.