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Apocalipsis 4:4 - Nueva Biblia Española (1975)

En círculo, alrededor del trono, había otros veinticuatro tronos, y sentados en ellos veinticuatro ancianos con capas blancas y coronas de oro en la cabeza.

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Biblia Reina Valera 1960

Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Lo rodeaban veinticuatro tronos en los cuales estaban sentados veinticuatro ancianos. Todos vestían de blanco y tenían una corona de oro sobre la cabeza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Veinticuatro sillones rodean el trono, y en ellos están sentados veinticuatro ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro en la cabeza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Alrededor del trono había veinticuatro tronos, y sobre los tronos, veinticuatro ancianos vestidos con vestiduras° blancas, y sobre sus cabezas, coronas de oro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Alrededor del trono vi veinticuatro tronos y sentados en los tronos veinticuatro ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro sobre sus cabezas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y alrededor del trono había veinticuatro sillas; y vi sobre las sillas veinticuatro ancianos sentados, vestidos de ropas blancas; y tenían sobre sus cabezas coronas de oro.

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Apocalipsis 4:4
24 Tagairtí Cros  

Mardoqueo salió déla presencia del rey con vestiduras regias color violeta y blanco, una gran corona de oro y un manto de lino color púrpura. En la ciudad de Susa resonaban gritos de alegría.


Te adelantaste a bendecirlo con el éxito, has puesto en su cabeza una corona de oro.


Jesús les dijo: Les aseguro que cuando llegue el mundo nuevo y este Hombre se siente en su trono de gloria, también ustedes, los que me han seguido, se sentarán en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.


Cuando yo sea rey comerán y beberán a mi mesa, y se sentarán en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.


Ahora ya me aguarda la merecida corona con la que el Señor, juez justo, me premiará el último día; y no sólo a mí, sino también a todos los que anhelan su venida.


Los veinticuatro ancianos que están sentados delante de Dios cayeron rostro en tierra rindiendo homenaje a Dios,


delante de los cuatro vivientes y los ancianos, cantando un cántico nuevo. Nadie podía aprender aquel cántico fuera de los ciento cuarenta y cuatro mil, los adquiridos en la tierra.


Lo seguían las tropas del cielo en caballos blancos, vestidos de lino blanco puro.


Se postraron los veinticuatro ancianos y los cuatro vivientes rindiendo homenaje a Dios, que está sentado en el trono, y diciendo: Amén, Aleluya.


No temas nada de lo que vas a sufrir; el diablo va a meter a algunos de ustedes en la cárcel para ponerlos a prueba, pero su apuro durará diez días. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida.


Vi también tronos, donde se sentaron los encargados de pronunciar sentencia; vi también con vida a los decapitados por dar testimonio de Jesús y proclamar el mensaje de Dios, los que no habían rendido homenaje a la fiera ni a su estatua y no habían llevado su marca en la frente ni en la mano. Estos volvieron a la vida y fueron reyes con el Mesías mil años.


Te aconsejo que me compres oro acendrado a fuego, así serás rico; y un vestido blanco, para ponértelo y que no se vea tu vergonzosa desnudez, y colirio para untártelo en los ojos y ver.


los veinticuatro ancianos se postran ante el que está sentado en el trono, para rendir homenaje al que vive por los siglos de los siglos, y arrojan sus coronas ante el trono diciendo:


y delante se extiende una especie de mar, transparente como cristal. En el centro, alrededor del trono, había cuatro vivientes tachonados de destellos' por delante y por detrás;


En la visión oí la voz de multitud de ángeles que rodeaban el trono, a los vivientes y a los ancianos; eran miles de miles, millares de millares,


Los cuatro vivientes decían: 'Amén', y los ancianos se postraron rindiendo homenaje.


Entonces, entre el trono con los cuatro vivientes y el círculo de los ancianos vi un Cordero: estaba de pie, aunque parecía degollado; tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados a la tierra entera.


Cuando él recibió el rollo, los cuatro vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el Cordero; tenía cada uno una cítara y copas de oro, que son las oraciones de los consagrados, llenos de aromas;


Dieron a cada uno una vestidura blanca y les dijeron que tuvieran calma todavía por un poco, hasta que se completara el número de sus compañeros de servicio y hermanos suyos a quienes iban a matar como a ellos.


Todos los ángeles que estaban de pie rodeando el trono, los ancianos y los cuatro vivientes, cayeron rostro en tierra ante el trono y rindieron homenaje a Dios,


Después de esto apareció en la visión una multitud innumerable de toda nación y raza, pueblo y lengua; estaban de pie ante el trono y ante el Cordero, vestidos de blanco y con palmas en la mano;


Las langostas tienen aspecto de caballos aparejados para la guerra; llevan en la cabeza una especie de corona dorada y la cara parece de hombre.