Memorizar versículos bíblicos es una excelente manera de asegurarte y de estar preparado con respecto a la Palabra de Dios sin importar la situación en la que te encuentres. Una forma práctica de asegurarse de que la Palabra de Dios esté siempre a la mano es memorizando los versos y pasajes de la Biblia. Por ejemplo, puedes recitar un versículo acerca del amor de Dios cuando ministras a un amigo o puedes recordar un versículo sobre la paciencia si tienes que esperar en algún lugar. Si pasas un poco de tiempo trabajando en la memorización cada día, será mucho más fácil que recuerdes la Palabra de Dios cuando lo necesites. Josué 1:8, dice: Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas.
Mas él respondió, y les dijo: 'Mi madre y mis hermanos son aquellos, que oyen la palabra de Dios, y la guardan'.
Mirad por vosotros. Si pecare tu hermano contra ti, corrígele; y si se arrepintiere, perdónale.
Por tanto si tu hermano pecare contra ti(p), ve, y corrígele entre ti y él solo. Si te oyere, ganado habrás a tu hermano.
Venid a mí, todos los que estáis trabajados y cargados(g), y yo os aliviaré.
Traed mi yugo sobre vosotros(h), y aprended de mí, que manso soy y humilde(i) de corazón; y hallaréis reposo para vuestras almas.
Porque mi yugo suave es, y mi carga ligera(j)'.