VERSÍCULOS DE FORTALEZA

Hoy quiero recordarte que Dios te capacita para enfrentar cada situación difícil, muchas veces creemos que los problemas llegan a nuestras vidas y no estamos preparados para enfrentarlos, pero te equivocas, Dios siempre nos prepara, en su palabra dice que Dios no nos dio espíritu de timidez, sino de poder, amor y dominio propio, así que cobra ánimo que Dios está contigo; peleando por ti en cada batalla. Usa esas herramientas que nuestro Dios te entregó por medio de su palabra y de su Espíritu santo, sé valiente y da pasos firmes y asertivos. «Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el Señor esperan». (Salmos 31:24) Así que Anímate que Dios nunca falla. Dios es tu fortaleza, tu libertador, tu ayudador, tu escudo, tu alto refugio, confía en tu Padre Celestial, todo estará bien. Dios es quien me infunde fuerzas; Dios es quien endereza mi camino. (2 Samuel 22:33)

Venid a mí, todos los que estáis trabajados y cargados(g), y yo os aliviaré. Traed mi yugo sobre vosotros(h), y aprended de mí, que manso soy y humilde(i) de corazón; y hallaréis reposo para vuestras almas. Porque mi yugo suave es, y mi carga ligera(j)'.

Velad, y orad para que no entréis en tentación(k); el espíritu en verdad pronto está, mas la carne enferma(l)'.

'Bienaventurados los pobres de espíritu(c), porque de ellos es el reino de los cielos.

Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad, que está puesta sobre un monte, no se puede esconder. Ni encienden una antorcha y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. A este modo ha de brillar(n) vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras(o) y den gloria a vuestro Padre, que está en los cielos.

Traed mi yugo sobre vosotros(h), y aprended de mí, que manso soy y humilde(i) de corazón; y hallaréis reposo para vuestras almas.

Y entonces les dijo: 'Triste está mi alma hasta la muerte: esperad aquí, y velad conmigo'.

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Oración

Mi Señor, Santo y temible es tu nombre, nada se iguala a tu Santidad. Clamo a ti Señor porque tú eres mi fortaleza y mi roca, para pedirte que me levantes y me ayudes para no perder la fe y poder seguir avanzando. Tú dices en tu palabra: «Diga el débil fuerte soy en Él». Señor, los recursos se me han agotado, pero si de algo estoy seguro es que de ti viene mi fortaleza. Señor, hoy te necesito más que ayer, ayúdame a salir de todo aquello que me agobia y me fatiga, que en medio de cualquier circunstancia yo pueda levantar banderas de victoria y ser testimonio de tu poder inagotable. Te doy gracias mi Dios porque en mis momentos de aflicción tú me has sostenido y en el día de la angustia me has dado las fuerza para continuar. Hoy declaro lo que dice tu palabra: «Que das esfuerzo al cansado, y multiplicas las fuerzas al que no tiene ninguna». En el nombre de Jesús. ¡Amén!