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Mateo 9:22 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Jesús se dio vuelta, la vio y le dijo: ―¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado. Y la mujer quedó sana en aquel momento.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Jesús se dio vuelta, y cuando la vio le dijo: «¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado». Y la mujer quedó sana en ese instante.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús se dio vuelta y, al verla, le dijo: 'Animo, hija; tu fe te ha salvado. Y desde aquel momento, la mujer quedó sana.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Jesús entonces volviéndose, la miró y le dijo: ¡Ten ánimo, hija, tu fe te ha salvado! Y la mujer fue salva desde aquella hora.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jesús se volvió y, mirándola, le dijo: '¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado'. Y quedó curada la mujer desde aquel momento.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas Jesús, volviéndose, y mirándola, dijo: Hija, ten ánimo, tu fe te ha salvado. Y la mujer fue sana desde aquella hora.

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Otras versiones



Mateo 9:22
15 Referencias Cruzadas  

―¡Mujer, qué grande es tu fe! —contestó Jesús—. Que se cumpla lo que quieres. Y desde ese mismo momento quedó sana su hija.


Jesús reprendió al demonio, el cual salió del muchacho, y este quedó sano desde aquel momento.


Luego Jesús le dijo al capitán romano: ―¡Ve! Todo se hará tal como creíste. Y en esa misma hora aquel siervo quedó sano.


Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: ―¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!


Entonces les tocó los ojos y les dijo: ―Que se haga con ustedes conforme a su fe.


―Puedes irte —le dijo Jesús—; tu fe te ha sanado. Al momento, recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino.


―¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz y queda sana de tu aflicción.


Levántate y vete —le dijo al hombre—; tu fe te ha sanado.


―¡Recibe la vista! —le dijo Jesús—. Tu fe te ha sanado.


―Tu fe te ha salvado —le dijo Jesús a la mujer—; vete en paz.


―¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz.


Entonces el padre se dio cuenta de que precisamente a esa hora Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Así que creyó él con toda su familia.


escuchando a Pablo. Cuando Pablo vio que el hombre tenía fe para ser sanado,


Así continuó durante muchos días. Por fin Pablo se molestó tanto que se volvió y le dijo al espíritu: ―¡En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de ella! Y en aquel mismo momento el espíritu la dejó.


Porque a nosotros, lo mismo que a ellos, se nos ha anunciado la buena noticia. Pero el mensaje que escucharon no les sirvió de nada, porque no se unieron por la fe a los que sí lo habían creído.