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Hechos 16:18 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

18 Así continuó durante muchos días. Por fin Pablo se molestó tanto que se volvió y le dijo al espíritu: ―¡En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de ella! Y en aquel mismo momento el espíritu la dejó.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, este se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Esto mismo sucedió día tras día hasta que Pablo se exasperó de tal manera que se dio la vuelta y le dijo al demonio que estaba dentro de la joven: «Te ordeno, en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella». Y al instante el demonio la dejó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Esto se repitió durante varios días, hasta que Pablo se cansó, Se volvió y dijo al espíritu: 'En el nombre de Jesucristo te ordeno que salgas de ella' Y en ese mismo instante el espíritu la dejó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Y esto hacía por muchos días, hasta que Pablo se disgustó, y volviéndose dijo al espíritu: ¡En nombre de Jesucristo te ordeno que salgas de ella! Y al momento salió de ella.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Venía haciendo esto muchos días. Molesto al fin Pablo, dijo volviéndose al espíritu: 'Te ordeno en nombre de Jesucristo que salgas de ella'. Y salió al instante.

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Hechos 16:18
12 Referencias Cruzadas  

y la barca ya estaba bastante lejos de la tierra, sacudida por las olas, porque el viento le era contrario.


Jesús sanó a muchos que sufrían diversas enfermedades. También echó fuera a muchos demonios, pero no los dejaba hablar porque sabían quién era él.


Estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán en nuevas lenguas.


Jesús reunió a los doce apóstoles. Les dio poder y autoridad para echar fuera a todos los demonios y para sanar enfermedades.


―No tengo plata ni oro —le dijo Pedro—, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y camina!


«Eneas —le dijo Pedro—, Jesucristo te sana. Levántate y tiende tu cama». Y al instante se levantó.


Dios les quitó sus armas a los espíritus que gobiernan con poder y autoridad. Por medio de Cristo los humilló en público al llevarlos como prisioneros en su desfile de victoria.


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