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Hechos 16:17 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

17 Nos seguía a Pablo y a nosotros, gritando: ―Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, y les anuncian a ustedes el camino de salvación.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Ella seguía a Pablo y también al resto de nosotros, gritando: «Estos hombres son siervos del Dios Altísimo y han venido para decirles cómo ser salvos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Empezó a seguirnos a nosotros y a Pablo gritando: 'Estos hombres son siervos del Dios Altísimo y les anuncian el camino de la salvación.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Ésta seguía a Pablo y a nosotros, gritando: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian un camino de salvación.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Nos seguía a Pablo y a nosotros, gritando: 'Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, que os anuncian el camino de salvación'.

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Hechos 16:17
31 Referencias Cruzadas  

Enviaron algunos de sus discípulos junto con los herodianos, los cuales le dijeron: ―Maestro, sabemos que eres un hombre honesto y que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad. No te dejas influir por nadie porque no te fijas en las apariencias.


De pronto le gritaron: ―¿Por qué te metes con nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí a castigarnos antes del tiempo señalado?


―¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!


Al llegar, le dijeron: ―Maestro, sabemos que eres un hombre honesto. No te dejas influir por nadie porque no te fijas en las apariencias, sino que de verdad enseñas el camino de Dios. ¿Está permitido pagar impuestos al césar o no? ¿Debemos pagar o no?


―¿Por qué te metes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? —gritó con fuerza—. ¡Te ruego por Dios que no me castigues!


Darás a conocer a su pueblo la salvación mediante el perdón de sus pecados.


para dar luz a los que viven en tinieblas, en la más terrible oscuridad, para guiar nuestros pasos por la senda de la paz».


―Maestro —dijeron los espías—, sabemos que lo que dices y enseñas es correcto. No juzgas por las apariencias, sino que de verdad enseñas cómo obedecer a Dios.


―¡Ah! ¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!


Además, muchos demonios salían de las personas, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!». Pero él los reprendía y no los dejaba hablar porque sabían que él era el Cristo.


Cuando vio a Jesús, dio un grito y se arrojó a sus pies. Entonces dijo con fuerza: ―¿Por qué te metes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Te ruego que no me castigues!


―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.


Cuando Priscila y Aquila lo escucharon hablar valientemente en la sinagoga, lo tomaron a su cargo. Ellos le explicaron con mayor claridad todo acerca del mensaje de Dios.


Algunos judíos intentaban expulsar espíritus malignos usando el nombre del Señor Jesús. Les decían a los espíritus: «¡En el nombre de Jesús, a quien Pablo predica, les ordeno que salgan!».


Actúen como personas libres. Pero no usen su libertad como excusa para hacer el mal. Al contrario, vivan como servidores de Dios.


Muchos los seguirán en sus prácticas vergonzosas. Por causa de ellos se hablará mal de los que obedecen en su vida la verdad de Cristo.


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