El dinero permite adquirir comida y ropa; con él pagamos el alquiler o compramos una casa. “El papel del dinero en la sociedad es muy importante, si desapareciera como medio para conseguir bienes, la gente entraría en pánico y por todas partes se desatarían guerras en cuestión de días.” Pero el dinero tiene sus limitaciones. En la palabra de Dios encontramos este versículo: Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores. (1 Timoteo 6:10) en nuestro largo o corto vivir también hemos visto hombres y mujeres que se afanaron por tener este dinero y al final como lo dice la cita arriba mencionada nada se llevaron. ¿Qué es el amar al dinero? Se trata de estar gobernado por un deseo que nos hace pensar y actuar solo en función del enriquecimiento o del materialismo. Quiero dejar algo claro, no es malo tener dinero, lo que Pablo nos dice, es que lo malo es AMAR el dinero. La biblia nos dice que no podemos servir a Dios y al dinero. “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”(Mateo 6 24) Nadie que sirva a Dios puede, a su vez, servir al dinero. Y viceversa, quien sirve al dinero, quien se somete a su poder, no puede servir a Dios. Coloca a Dios siempre en primer lugar en todas las cosas y que sea Dios el único que gobierne nuestras vidas
Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; Mas la justicia librará de muerte.
Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.
Y cuando veían que había mucho dinero en el arca, venía el secretario del rey y el sumo sacerdote, y contaban el dinero que hallaban en el templo de Jehová, y lo guardaban.
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
Después mandó José que llenaran sus sacos de trigo, y devolviesen el dinero de cada uno de ellos, poniéndolo en su saco, y les diesen comida para el camino; y así se hizo con ellos.
Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo del que presta.
El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.
Las riquezas de vanidad disminuirán; Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta.