Pues tus testimonios son mis delicias Y mis consejeros.
Tus leyes me agradan; me dan sabios consejos.
Tus testimonios son también mis delicias, tus preceptos son mis consejeros.
Sí, yo me deleito en tus testimonios, Porque ellos son mis consejeros.°
yo tengo en tus avisos mis delicias, y ellos son mis consejeros.
Ellas me hacen feliz, y me dan buenos consejos.