Al llegar, estableció su residencia en una ciudad llamada Nazaret; para que así se cumpliera lo dicho por los profetas: “Será llamado nazareno”.
Mateo 21:11 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Y la multitud decía: – Este es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea. Biblia Nueva Traducción Viviente Y las multitudes contestaban: «Es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea». Biblia Católica (Latinoamericana) Y la muchedumbre respondía: '¡Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea!' La Biblia Textual 3a Edicion Y las multitudes decían: Éste es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y la gente respondía: 'Éste es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la multitud decía: Éste es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea. |
Al llegar, estableció su residencia en una ciudad llamada Nazaret; para que así se cumpliera lo dicho por los profetas: “Será llamado nazareno”.
Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: – ¿Quién es este?
Y si decimos que viene de los hombres, tenemos a la multitud en contra, porque todos tenían a Juan como profeta.
Por eso intentaron arrestar a Jesús, pero tuvieron miedo de la multitud, porque la gente lo consideraba como un profeta.
Algunos decían: – Es Elías; Mientras que otros decían: – Es un Profeta, como los antiguos profetas.
Sin embargo, es necesario que hoy, mañana y pasado mañana, siga con mi viaje, porque no es posible que a un profeta lo maten fuera de Jerusalén.
Entonces Jesús contestó: – ¿Qué cosas? Ellos le dijeron: – Sobre Jesús el nazareno, quien por sus palabras y obras demostró ante Dios y ante la gente que era un profeta poderoso,
Y un gran temor se apoderó de todos, pero también glorificaban a Dios, diciendo: – Un gran profeta está entre nosotros, Dios ha venido en ayuda de su pueblo.
Cuando el fariseo que lo había invitado vio la escena, pensó: “Si este fuera profeta, sabría qué clase de mujer es esta que le toca, es una pecadora”.
Y le preguntaron nuevamente: – Entonces, ¿quién eres? ¿acaso eres Elías? – No soy Elías, respondió Juan. También le preguntaron: – ¿Acaso eres el profeta? Y él respondió una vez más: – No lo soy.
también le interrogaron: – Si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta, entonces, ¿por qué bautizas?
Las personas que vieron la señal que Jesús hizo, decían: – Este es verdaderamente el profeta que viene al mundo.
Entonces, algunas personas de la multitud, escuchando estas palabras decían: – Este es el profeta verdadero.
Por tanto, le preguntaron de nuevo al hombre que fue sanado: – ¿Qué opinas tú acerca de Jesús, ya que Él te sanó? Él respondió: – Es un profeta.
Este es el mismo Moisés que les dijo a los israelitas: “Dios les levantará un profeta que saldrá de entre ustedes; será como yo”.