Mateo 10:40 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia El que reciba a uno de ustedes, a mí me recibe, y el que me reciba a mí, recibe al que me envió. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. Biblia Nueva Traducción Viviente »El que los recibe a ustedes me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al Padre, quien me envió. Biblia Católica (Latinoamericana) El que los recibe a ustedes, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. El que recibe a un profeta porque es profeta, recibirá recompensa digna de un profeta. La Biblia Textual 3a Edicion El que os recibe, a mí me recibe,° y el que a mí me recibe, recibe al que me envió.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien os recibe a vosotros, a mí me recibe; y quien a mí me recibe, recibe a aquel que me envió. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que a vosotros recibe, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. |
Y contestando el rey, dijo: “En verdad les digo, en la medida que lo hicieron a uno de mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicieron”.
Entonces el rey responderá: “En verdad les digo, en la medida en que no ayudaron a uno de mis hermanos más pequeños, es como si no me hubieran ayudado a mí”.
– Cualquiera que reciba a un niño en mi nombre, a mí me recibe, y cualquiera que me reciba, recibe al que me envió.
Luego Jesús volvió a decir a sus discípulos: – El que los escuche a ustedes, me escucha a mí; el que los rechace, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza a Dios que me envió.
y declaró: – Todo el que reciba a un niño como este en mi nombre, a mí me recibe; y todo el que me reciba, recibe al que me envió; pues el más pequeño entre ustedes será el más importante.
En verdad, en verdad les digo, el que recibe a quien envié, a mí me recibe, y el que me recibe, recibe al que me envió.
Jesús les habló nuevamente: – Paz a ustedes; como el Padre me envió a mí, yo también los envío.
para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre, porque el Padre envió a su Hijo.
Somos embajadores de Cristo, como si Dios los estuviera invitando a ustedes por medio de nosotros; en nombre de Cristo les damos la oportunidad de que se reconcilien con Dios; reciban la alta honra de ser amigos de Dios.
y aun padeciendo esta enfermedad, ustedes no me despreciaron ni me rechazaron. Al contrario, me recibieron como si yo fuera un ángel de Dios, o el mismo Jesucristo.
Por lo tanto, el que no hace caso a estas enseñanzas no está negándose a obedecer a seres humanos, más bien está rechazando a Dios, ya que Él nos da su Espíritu Santo en nuestro interior.
Todo el que distorsiona y no permanece en la enseñanza de Cristo no tiene a Dios; el que constantemente permanece y vive en la enseñanza de Cristo tiene al Padre y al Hijo.