1 Tesalonicenses 4:8 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

⁸ Por lo tanto, el que no hace caso a estas enseñanzas no está negándose a obedecer a seres humanos, más bien está rechazando a Dios, ya que Él nos da su Espíritu Santo en nuestro interior.

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Biblia Reina Valera 1960

⁸ Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Por lo tanto, todo el que se niega a vivir de acuerdo con estas reglas no desobedece enseñanzas humanas sino que rechaza a Dios, quien les da el Espíritu Santo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Por eso, el que no haga caso de estas advertencias desobedece, no a un hombre, sino al mismo Dios, que les da a ustedes su Espíritu Santo.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Por tanto, el que no hace caso de esto,° no desecha al hombre, sino a Dios, que os° da su Espíritu Santo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Por consiguiente, quien esto menosprecia, no menosprecia a un hombre, sino a Dios, que dispensa [también] su Espíritu Santo entre vosotros.

1 Tesalonicenses 4:8 Tagairtí Cros

Lucas 10:16

Luego Jesús volvió a decir a sus discípulos: – El que los escuche a ustedes, me escucha a mí; el que los rechace, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza a Dios que me envió.

Juan 12:48

El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene a alguien que lo juzga; y es la misma palabra que hablé, ella misma lo juzgará en el último día.

Hechos 13:41

“¡Miren, ustedes que dudan! Asómbrense y desaparezcan. Porque en su tiempo, yo haré algo que ustedes no creerán aun cuando alguien se los explique”.

Romanos 5:5

y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor sacrificial en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.

1 Corintios 2:10

Pero Dios nos lo ha revelado por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo examina y todo lo sabe, incluso las profundidades de Dios.

1 Corintios 7:40

Pero en mi opinión, es mejor que no se case, así sería mucho más feliz; y yo creo que tengo el Espíritu de Dios.

2 Corintios 1:22

nos selló para mostrar que somos suyos, nos puso una marca, es decir, puso su Espíritu en nuestros corazones como garantía de sus promesas.

Gálatas 4:6

Ahora, como ustedes son sus hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones. Por eso cuando oramos a Dios, se nos permite llamarlo: ¡Abbá Padre! Es decir, ¡Papito querido!

1 Pedro 1:12

A los cuales se les manifestaron todas estas cosas, pero no para ellos sino para ustedes. Ellos solamente profetizaron en su tiempo lo que ustedes iban a vivir y estas cosas han sido anunciadas a través de la predicación del Evangelio, que es garantizada por el Espíritu Santo enviado desde el cielo y los mismos ángeles anhelaban profundamente ser parte de esta historia de salvación.

2 Pedro 1:21

porque ningún hombre trajo la profecía por voluntad propia, sino que fue dada por el Espíritu Santo de Dios y hablaron en nombre de Dios.

1 Juan 3:24

El que guarda los mandamientos de Dios, permanece en Él y a través del Espíritu Santo que Él nos dio, podremos tener intimidad con Él y saber que Dios permanece en nosotros.

Judas 1:8

Igualmente, estos soñadores perdidos de la carne ciertamente manchan y contaminan la pureza de nuestra fe y rechazan toda autoridad fundamentada en el señorío de Cristo e insultan con palabras y actitudes la gloria de Dios.