Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Marcos 5:2 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Y cuando Jesús salió de la barca, vino a su encuentro un hombre con un espíritu maligno que vivía entre los sepulcros

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando Jesús bajó de la barca, un hombre poseído por un espíritu maligno salió de entre las tumbas a su encuentro.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Apenas había bajado Jesús de la barca, un hombre vino a su encuentro, saliendo de entre los sepulcros, pues estaba poseído por un espíritu malo.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

En cuanto desembarcó, en seguida vino a su encuentro de entre los sepulcros un hombre poseído de un espíritu inmundo,

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Apenas desembarcó, vino a su encuentro, saliendo de los sepulcros, un hombre poseído de un espíritu impuro.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y saliendo Él de la barca, enseguida le salió al encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Marcos 5:2
13 Tagairtí Cros  

Había en la sinagoga de Cafarnaúm un hombre con un espíritu maligno, que gritó:


Después de haber atormentado al hombre, el espíritu maligno gritó fuertemente y salió de él.


Jesús dijo todo eso porque ellos le decían: – Tiene un espíritu maligno.


Como había tanta gente, Jesús le dijo a sus discípulos que le tuvieran preparada una barca para que la multitud no lo apretujara.


Jesús empezó a enseñar nuevamente junto al lago; y se reunió una multitud tan grande que Él entró en una barca y se sentó para hablar desde allí y toda la gente estaba en la orilla del lago.


Y dejando la multitud, se fueron con Jesús en la barca donde Él estaba. También había otras barcas junto a ellos.


Después, Jesús cruzó nuevamente a la otra orilla, y se reunió una gran multitud en la playa para verlo.


y nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas;


El hombre gritaba así porque Jesús le había dicho: – ¡Sal de este hombre, espíritu maligno!


De inmediato, una mujer se enteró que Jesús estaba en aquella casa, ella tenía una hija poseída por un espíritu maligno, por eso lo buscó y se postró a sus pies.


Cuando Jesús pisó tierra firme, un hombre de la ciudad, que tenía demonios, fue a su encuentro; hacía mucho tiempo que este hombre andaba desnudo y no vivía en ninguna casa, sino entre los sepulcros.


Cuando el muchacho se acercaba, el espíritu de enfermedad lo atacó y empezó a convulsionar; pero Jesús reprendió al espíritu de enfermedad, sanó al muchacho y se lo entregó a su padre.