A los que estaban allí les dijo: – Todas estas cosas me fueron entregadas por mi Padre, y nadie conoce plenamente al Hijo, sino el Padre, tampoco nadie conoce plenamente al Padre, sino el Hijo, o alguien a quien el Hijo quiera revelarlo, para que le conozca.
Mientas Pedro aún hablaba, de pronto, una nube luminosa les cubrió a todos, y una voz que venía de la nube decía: – Este es mi Hijo amado, en quien me complazco, escúchenlo.
Luego Jesús dijo a todos los presentes: – Todas estas cosas me fueron entregadas por mi Padre; nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo.
Yo estoy unido a ellos, y Tú estás muy unido a mí, y esto da como resultado una unidad perfecta, con el objetivo de que el mundo conozca que Tú me enviaste y que los amaste sacrificialmente, al igual que a mí.
Di a conocer tu nombre a nuestros seguidores y lo seguiré haciendo, con el propósito de que el amor sacrificial con que Tú me amaste, ellos lo practiquen, y yo los seguiré amando sacrificialmente.
Pues el Padre ama a su Hijo, y todo lo que Él hace, se lo muestra a su Hijo, aún hará cosas más grandes que estas, y también se las enseñará a su Hijo, con el propósito de que ustedes se maravillen.
porque dice la Escritura: “Todo está sometido bajo sus pies”, y cuando dice que todo está sometido al poder de Cristo, es claro que esto no incluye a Dios, porque Dios fue quien puso todo bajo su poder.
pero en esta etapa final, nos ha hablado de forma muy clara y directa a través de su Hijo, quien también es el heredero de todo y por medio de quien hizo el universo.