enseñándoles a guardar todos mis mandamientos y les aseguro que Yo estoy con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos.
Juan 14:16 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Yo le pediré al Padre que les dé un Consolador, para que esté con ustedes para siempre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: Biblia Nueva Traducción Viviente Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Abogado Defensor, quien estará con ustedes para siempre. Biblia Católica (Latinoamericana) y yo rogaré al Padre y les dará otro Protector que permanecerá siempre con ustedes, La Biblia Textual 3a Edicion Y Yo rogaré al Padre y os dará otro° Paracleto, para que esté con vosotros para siempre: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo rogaré al Padre y él os dará otro Paráclito, que estará con vosotros para siempre: Biblia Reina Valera Gómez (2023) y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre; |
enseñándoles a guardar todos mis mandamientos y les aseguro que Yo estoy con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos.
el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, Él se encargará de hacerles entender todas estas cosas y recordarles lo que yo les enseñé.
Cuando venga el Consolador, a quien enviaré de parte del Padre, que es el Espíritu de la verdad que procede del Padre, Él testificará acerca de mí.
Lo mismo les pasa a ustedes, ahora tienen tristeza, pero después los veré de nuevo, y sus corazones se alegrarán, y la auténtica alegría de ustedes nadie se las podrá quitar.
No te pido que los quites del mundo, ya que ellos viven en el mundo, lo que pido es que los guardes del mal que el mundo practica.
Mas no solamente oro por los actuales creyentes, sino también por los futuros creyentes, que a través de ellos creerán en mí.
pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed, más bien, el agua que le daré se convertirá en una fuente inagotable de vida eterna.
Jesús dijo esto refiriéndose al Espíritu Santo, que sería recibido por todos los que creyeran en Él; porque aún no había sido derramado el Espíritu, pues Jesús todavía no había sido glorificado.
Estando reunidos, mientras comía con ellos, les ordenó: – No salgan de Jerusalén, quédense aquí para recibir la promesa del Padre, de la cual les he hablado.
Mientras tanto la iglesia tenía paz y era edificada, tanto en Judea, como en Galilea y Samaria, y se mantenía en el respeto al Señor y la consolación del Espíritu Santo la animaba y empoderaba, promoviendo así su crecimiento integral.
Porque el reino de Dios no se trata de comida ni de bebida, sino que consiste en la práctica de la justicia, en la paz y en el gozo del Espíritu Santo.
Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a través de la fe, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor sacrificial en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.
¿Quién va a condenarnos? Si Cristo fue quien murió por nosotros y además fue resucitado, y ahora está a la derecha de Dios y está intercediendo por nosotros.
En cambio, el fruto del Espíritu es: amor sacrificial: alegría, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe por identidad,
Si hay algún consuelo en Cristo, si existe un estímulo de amor sacrificial, si coexiste una comunión espiritual, entonces esté presente entre ustedes un afecto profundo y compasivo.
Que el mismo Señor Jesucristo y nuestro Dios Padre, que nos amó, que nos dio consuelo eterno y una esperanza fundamentada en la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo,
Por eso, puede salvar completamente a los que por medio de Él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos.
Queridos hijos míos, el propósito por el cual les escribo estas cosas es para que no pequen, pero si alguno de ustedes llega a pecar, tenemos un auxiliador, Jesucristo el justo, que está con el Padre y es igual al Padre.
La unción, que es la consagración en la vida cristiana que ustedes recibieron de parte de Jesucristo a través del Espíritu Santo, siempre permanece en ustedes, y no hay ninguna necesidad de que alguna persona que no sea parte del grupo les enseñe, sino que la misma naturaleza de la unción o consagración les capacita y les enseña acerca de toda la doctrina cristiana. Esta unción es verdadera, no hay falsedad en ella y así como les enseñé a ustedes, siempre permanezcan unidos a Cristo y vivirán la auténtica consagración.
Los amamos por causa de esa verdad, que es la coherencia del pensamiento con la realidad, que permanece en nosotros y estará con nosotros para siempre, gobernando nuestras vidas.