porque el corazón de este pueblo se engordó de arrogancia, y con los oídos, oyeron pesadamente y sus ojos se cerraron; el único remedio, es que vean con sus ojos, escuchen con los oídos y entiendan con el corazón, para que así se conviertan y los sane”.
No prestes atención a leyendas ni tampoco a discusiones interminables sobre las genealogías judías, todas estas especulaciones promueven divisiones en lugar de ayudar a que se disfrute el plan de la salvación, que es una economía salvífica de Dios fundamentada en la fe por identidad.
¡Oh, mi querido Timoteo!, guarda en tu corazón y en tu mente toda esta riqueza que te he enseñado, apártate de la conducta pecaminosa y también aléjate de la falsa doctrina, que aparenta estar fundamentada en la ciencia,
Porque no hemos inventado cuentos sobre la poderosa presencia de nuestro Señor Jesucristo, sino que nosotros mismos hemos vivido y experimentado su majestad.