Pero tú ves la pena y los lamentos, tú los miras y los tomas en tus manos; el desvalido se confía a ti, tú eres el refugio del huérfano.
Oseas 14:4 - Biblia Martin Nieto Asiria no nos puede salvar; no montaremos ya en los caballos, y no diremos más 'dios nuestro' a la obra de nuestras manos, pues en ti encuentra compasión el huérfano. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor dice: «Entonces yo los sanaré de su falta de fe; mi amor no tendrá límites, porque mi enojo habrá desaparecido para siempre. Biblia Católica (Latinoamericana) Asiria no nos salvará,
ni confiaremos más en los caballos,
ni a la estatua que hicieron nuestras manos
volveremos a decirle Dios nuestro;
en ti sólo encuentra compasión el huérfano. La Biblia Textual 3a Edicion Sanaré sus apostasías y los amaré por pura gracia, Porque mi ira ya se ha apartado de él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Asiria no nos salvará, no montaremos a caballo, nunca más diremos que es nuestro dios la obra de nuestras manos, tú, en quien el huérfano encuentra compasión'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos. |
Pero tú ves la pena y los lamentos, tú los miras y los tomas en tus manos; el desvalido se confía a ti, tú eres el refugio del huérfano.
Unos confían en los carros, otros en los caballos, nosotros en el nombre del Señor, nuestro Dios;
Él, el misericordioso, en vez de destruirlos, perdonaba sus faltas; muchas veces su cólera contuvo y no dejó correr todo su enojo;
Les dijo: 'Si verdaderamente escuchas la voz del Señor, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, prestas oído a sus mandatos y observas todos sus estatutos, no enviaré sobre ti ninguna de las plagas con que castigué a los egipcios, porque yo soy el Señor, tu salvador'.
Aquel día dirás: Yo te doy gracias, Señor, porque estabas irritado contra mí, pero tu cólera ha amainado y me has consolado.
¡Oh, todos los que estáis sedientos, id por agua, aunque no tengáis dinero! Venid, comprad grano y comed, sin dinero y sin pagar, vino y leche.
Yo he visto sus caminos, pero le curaré y le aliviaré; le colmaré de consuelos a él y a los que lloran;
Si nuestras iniquidades dan testimonio contra nosotros, actúa, Señor, por el honor de tu nombre. Sí, nuestras rebeldías han sido numerosas, hemos pecado contra ti.
Cúrame, Señor, y quedaré curado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi gloria.
Volved, hijos rebeldes, yo curaré vuestras rebeldías. 'Aquí estamos, a ti venimos, porque tú eres el Señor, nuestro Dios.
¿Es para mí Efraín un hijo tan querido, un niño que hace mis delicias? Pues cada vez que lo amenazo me vuelvo a acordar de él, se me conmueven las entrañas y tengo compasión de él -dice el Señor-.
Yo les devolveré la salud, los curaré y sanaré y les haré ver abundancia de paz y seguridad.
Por eso el león de la selva los asalta, el lobo del desierto los destroza, el leopardo está al acecho ante sus ciudades; todo el que sale fuera es despedazado; porque son muchos sus delitos, abundantes sus rebeldías.
¿No queda bálsamo en Galaad? ¿No hay allí ningún médico? ¿Por qué, pues, no ha adelantado la curación de la hija de mi pueblo?
Y si digo al injusto: ¡Morirás!, y él se convierte de sus pecados y practica la justicia y el derecho,
Entonces las naciones que queden a vuestro alrededor sabrán que yo, el Señor, he reedificado lo que estaba destruido y he replantado lo que estaba asolado: Yo, el Señor, lo digo y lo hago.
Mi pueblo se inclina a la apostasía; gritan a lo alto, pero nadie los levanta.
Yo quitaré de su boca los nombres de los baales, y ella no los volverá a pronunciar.
Venid, volvamos al Señor: él ha desgarrado, él nos curará; él ha herido, él nos vendará.
El Señor tu Dios está en medio de ti, ¡poderoso salvador! Estará lleno de gozo por ti, con su amor te dará nueva vida, bailará y gritará de alegría por ti
'Fineés, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, ha apartado mi cólera de los israelitas, pues ha estado movido por mi mismo celo en medio de ellos. Por eso no he aniquilado yo en mi furor a los israelitas.
El Señor dijo a Moisés: 'Reúne a los jefes del pueblo y cuélgalos ante el Señor, a la luz del sol, para que se aparte de Israel la cólera encendida del Señor'.
ahora son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención de Cristo Jesús,
para hacer resplandecer la gracia maravillosa que nos ha concedido por medio de su querido Hijo.
que nos ha salvado y nos ha llamado a una vida consagrada a él, no por nuestras obras, sino por pura voluntad suya y por la gracia que nos ha dado en Cristo Jesús, desde toda la eternidad,
Pero Dios, nuestro Salvador, al manifestar su bondad y su amor por los hombres,