Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Isaías 57:18 - Biblia Martin Nieto

18 Yo he visto sus caminos, pero le curaré y le aliviaré; le colmaré de consuelos a él y a los que lloran;

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

18 He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus enlutados;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 He visto lo que hacen, ¡pero aun así, los sanaré y los guiaré! Consolaré a los que se lamentan,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 y yo vi su conducta. Pero yo le devolveré la salud, lo alentaré y lo ayudaré a recuperarse. Y a los que están de duelo

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

18 He visto sus caminos, pero lo sanaré, Le daré reposo y gran consuelo; Y a los que hacen duelo por él,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 he visto sus caminos. Pero voy a sanarlo y a guiarlo; voy a consolarlo. Y para sus afligidos

Féach an chaibidil Cóip




Isaías 57:18
32 Tagairtí Cros  

en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso


Oh Dios, crea en mí un corazón puro, implanta en mis entrañas un espíritu nuevo;


cuando me embargan mil preocupaciones, tú me llenas de serenidad y de consuelo.


Mientras uno está vivo, tiene esperanza; porque más vale perro vivo que león muerto;


Venid, pues, y discutamos, dice el Señor. Aunque vuestros pecados sean como la grana, blanquearán como la nieve; si fueren rojos cual la púrpura, se volverán como la lana.


Aquel día dirás: Yo te doy gracias, Señor, porque estabas irritado contra mí, pero tu cólera ha amainado y me has consolado.


El Señor herirá a Egipto, pero para sanarlo luego; ellos se convertirán al Señor, que los acogerá y los curará.


Pero el Señor espera la hora de otorgaros su gracia; por eso se levanta para apiadarse de vosotros, porque el Señor es un Dios de justicia; felices los que en él esperan.


Entonces la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces más fuerte, como la luz de siete días, el día en que el Señor vende la herida de su pueblo y cure la llaga de sus golpes.


No padecerán hambre ni sed, no les alcanzará ni el viento árido ni el sol, porque el que se apiada de ellos los guiará y los conducirá a manantiales de agua.


Yo, yo soy tu consolador. ¿Quién eres tú para temer a un hombre mortal, a un hijo de Adán, condenado a la suerte del heno?


No saldréis a la desbandada, no partiréis como huidos, porque delante de vosotros marchará el Señor y a vuestra retaguardia el Dios de Israel.


Ha sido traspasado por nuestros pecados, triturado por nuestras iniquidades; el castigo, precio de nuestra paz, cae sobre él, y a causa de sus llagas hemos sido curados.


Pues esto dice el altísimo, el excelso, el que habita una morada eterna y cuyo nombre es santo: Yo habito en una morada excelsa y santa, pero también estoy con el hombre arrepentido y humilde, para reanimar el espíritu de los humildes, para reconfortar el corazón afligido.


El Señor será tu guía siempre, en los desiertos saciará tu hambre, a tus huesos infundirá vigor, y tú serás como un huerto regado, cual manantial de agua, de caudal inagotable.


Si no escucháis este aviso, mi alma llorará en secreto por vuestro orgullo; llorará sin descanso y mis ojos derramarán lágrimas, porque el rebaño del Señor es conducido al cautiverio.


Volved, hijos rebeldes, yo curaré vuestras rebeldías. 'Aquí estamos, a ti venimos, porque tú eres el Señor, nuestro Dios.


Sí, yo te devolveré la salud, yo curaré tus heridas -dice el Señor-, porque te han llamado la Abandonada, Sión, de quien nadie se cuida.


De lejos el Señor se le ha aparecido. Con amor eterno te he amado, por eso te trato con lealtad.


Yo les devolveré la salud, los curaré y sanaré y les haré ver abundancia de paz y seguridad.


Y el Señor dio al ángel que hablaba conmigo buenas palabras, palabras de consuelo.


Se puso en camino y fue a casa de su padre. Cuando aún estaba lejos, su padre lo vio y, conmovido, fue corriendo, se echó al cuello de su hijo y lo cubrió de besos.


La ley llegó para que abundase el delito; pero donde abundó el delito, sobreabundó la gracia,


porque el ángel que está en medio del trono será su pastor y los conducirá a las fuentes de las aguas de la vida; y Dios enjugará todas las lágrimas de sus ojos'.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí