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Jeremías 33:6 - Biblia Martin Nieto

6 Yo les devolveré la salud, los curaré y sanaré y les haré ver abundancia de paz y seguridad.

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Biblia Reina Valera 1960

6 He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 »Sin embargo, llegará el día en que sanaré las heridas de Jerusalén y le daré prosperidad y verdadera paz.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Yo, sin embargo, me apresuraré a que se restablezcan y mejoren; les devolveré la salud y les haré gozar de mucha paz y seguridad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Yo mismo traeré sanidad y medicina; y los sanaré, y les revelaré la abundancia de paz y de fidelidad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Mirad que voy a traerles la salud y la curación: voy a sanarlos y a descubrirles la riqueza de la paz y de la seguridad.

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Jeremías 33:6
36 Tagairtí Cros  

él cura los corazones rotos y venda sus heridas.


pero los pobres heredarán la tierra y gozarán de una paz total.


Que Dios tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro entre nosotros


En sus días triunfará la justicia y habrá una paz firme hasta que falte la luna;


El Señor pasó delante de él y proclamó: 'El Señor, el Señor, Dios clemente y misericordioso, tardo para la ira y lleno de lealtad y fidelidad,


un tiempo para matar y un tiempo para curar; un tiempo para destruir y un tiempo para edificar;


Él gobernará las naciones y dictará sus leyes a pueblos numerosos, que trocarán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. No alzará ya la espada pueblo contra pueblo ni se entrenarán ya para la guerra.


Entonces la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces más fuerte, como la luz de siete días, el día en que el Señor vende la herida de su pueblo y cure la llaga de sus golpes.


Ezequías dijo a Isaías: '¡Bien está la palabra del Señor que has pronunciado!'. Pues pensaba: 'En mi vida por lo menos habrá paz y seguridad'.


Tus hijos serán todos discípulos del Señor, grande será la dicha de tus hijos.


Deje el malvado su camino, y el malhechor sus pensamientos; conviértase al Señor, que tendrá piedad de él; a nuestro Dios, que es generoso en el perdón.


Yo he visto sus caminos, pero le curaré y le aliviaré; le colmaré de consuelos a él y a los que lloran;


haré brotar la alabanza en sus labios. ¡Paz al que está lejos, paz al que está cerca - dice el Señor-; yo le curaré!


Entonces surgirá tu luz como la aurora y tus heridas curarán en seguida; tu justicia marchará ante ti y tras de ti la gloria del Señor.


Pues esto dice el Señor: Yo haré correr por ella como un río la paz, y como un torrente desbordado la gloria de las naciones. Sus lactantes serán llevados en brazos y acariciados sobre las rodillas.


Cúrame, Señor, y quedaré curado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi gloria.


Porque yo sé bien los proyectos que tengo sobre vosotros -dice el Señor-, proyectos de prosperidad y no de desgracia, de daros un porvenir lleno de esperanza.


Volved, hijos rebeldes, yo curaré vuestras rebeldías. 'Aquí estamos, a ti venimos, porque tú eres el Señor, nuestro Dios.


Venid, volvamos al Señor: él ha desgarrado, él nos curará; él ha herido, él nos vendará.


Cuando yo quiero sanar a Israel, se descubre la iniquidad de Efraín y el crimen de Samaría, porque se practica la estafa, el ladrón penetra en las casas y afuera saquean los bandidos.


Él será árbitro entre pueblos numerosos, y juzgará a naciones poderosas y lejanas; ellas cambiarán sus espadas en azadas y sus lanzas en podaderas; no empuñará más la espada pueblo contra pueblo ni se adiestrarán más en la guerra.


Concede a Jacob tu fidelidad, tu misericordia a Abrahán, como juraste a nuestros padres desde los días de antaño.


El ladrón sólo entra para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.


Que Dios Padre y Jesucristo, el Señor, os concedan a todos los hermanos la paz, el amor y la fe.


Ved ahora que soy yo, / que soy el único, / y que no hay Dios alguno más que yo. / Soy yo el dueño de la muerte y de la vida. / Yo hiero y yo curo. No hay nadie que se libre de mi mano.


Bendito sea Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo que llevado de su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos a una esperanza viva


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