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Salmos 10:14 - Biblia Martin Nieto

14 Pero tú ves la pena y los lamentos, tú los miras y los tomas en tus manos; el desvalido se confía a ti, tú eres el refugio del huérfano.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

14 Tú lo has visto; porque miras el trabajo y la vejación, para dar la recompensa con tu mano; A ti se acoge el desvalido; Tú eres el amparo del huérfano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Pero tú ves los problemas y el dolor que causan; lo tomas en cuenta y los castigas. Los indefensos depositan su confianza en ti; tú defiendes a los huérfanos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Pero tú has visto la pena y el dolor, los miras y los recoges en tus manos. A ti el desamparado se encomienda, a ti que al huérfano socorres.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 r Sin embargo Tú lo ves, Porque observas el agravio y la vejación, Para retribuirlo con tu mano. ¡A ti se encomienda el desvalido! ¡Tú eres el defensor del huérfano!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Res. Tú mismo puedes ver, observar el pesar y la aflicción y tomarlos en tus manos. A ti el pobre se abandona, al huérfano eres tú quien le socorre.

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Salmos 10:14
35 Tagairtí Cros  

Dios oyó los gritos del niño, y el ángel de Dios llamó desde el cielo a Agar y le dijo: '¿Qué te pasa, Agar? No temas, porque Dios ha oído los gritos del pequeño desde el lugar en que está.


Y él me dijo: Levanta los ojos y verás cómo todos los machos que cubren a las ovejas son manchados y rayados, porque he visto todo lo que te ha hecho Labán.


Tal vez el Señor vea mi aflicción y me devuelva bien en lugar de esta maldición de hoy'.


¿No he visto ayer la sangre de Nabot y la sangre de sus hijos? Oráculo del Señor. Pues en esta heredad te daré tu merecido: Oráculo del Señor. Por tanto, agárralo y tíralo a la heredad, conforme a la palabra del Señor'.


El rey Joás, olvidando los favores que le había hecho Yehoyadá, padre de Zacarías, mató a su hijo, que dijo al morir: 'Que el Señor lo vea y te pida cuentas'.


escucha tú desde el cielo, intervén y haz justicia a tus siervos; condena al culpable haciendo recaer su maldad sobre su cabeza y absuelve al inocente retribuyéndole conforme a su inocencia.


el Señor protege a los emigrantes, sostiene a las viudas y a los huérfanos y tuerce el camino de los malhechores.


desde antes de nacer a ti me confiaron, desde el vientre de mi madre eres mi Dios.


tu amor ser mi gozo y mi alegría, porque te has fijado en mi miseria y has comprendido la angustia de mi alma;


Tú lo has visto, Señor, no te calles; Señor, no te alejes de mí;


su boca es más dulce que la crema, pero su corazón hace la guerra; sus palabras, más suaves que el aceite, son espadas desnudas.


Cantad a Dios, cantad himnos a su nombre, abrid paso al que cabalga por las nubes; su nombre es 'El Señor', celebrad su presencia.


Padre de los huérfanos, defensor de las viudas, tal es Dios en su morada santa.


Dios miró a los israelitas y los atendió.


Si maltratas, él clamará a mí y yo escucharé su clamor;


porque ése es su único abrigo con que cubre su cuerpo. Si no, ¿con qué va a dormir? Si recurre a mí, yo le escucharé, porque soy misericordioso.


¿Qué vais a hacer el día de la invasión y de la catástrofe que se acerca de lejos? ¿A quién acudiréis para lograr socorro? ¿Dónde dejaréis vuestras riquezas?


Porque mis ojos vigilan todos sus caminos; no se me ocultan, ni su perversidad está fuera de mi vista.


Si un hombre se oculta en escondrijo, ¿no le veré yo acaso? -dice el Señor-. ¿Es que los cielos y la tierra no los lleno yo? -dice el Señor-.


'Déjame a tus huérfanos, y los criaré, y tus viudas tengan confianza en mí'.


Pues un devastador cae sobre Babilonia y son apresados sus guerreros, rotos sus arcos. Porque el Señor es el Dios de las retribuciones y paga meticulosamente.


Has visto, Señor, la injusticia que sufría; ¡hazme tú justicia!


Has visto todas sus venganzas, todas sus maquinaciones contra mí.


Buscad palabras y volved al Señor. Decidle: Perdona todas nuestras culpas para que recobremos la felicidad y te ofrezcamos en sacrificio palabras de alabanza.


Asiria no nos puede salvar; no montaremos ya en los caballos, y no diremos más 'dios nuestro' a la obra de nuestras manos, pues en ti encuentra compasión el huérfano.


El sol se cambiará en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y glorioso.


Tus ojos son demasiado puros para mirar el mal; tú no puedes aceptar el espectáculo de la opresión; ¿por qué aceptas entonces el espectáculo de los criminales, por qué guardas silencio cuando un criminal devora a uno más justo que él?


Hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al emigrante suministrándole pan y vestido.


Ésta es la causa de todos estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, pues sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que él puede guardar hasta el último día lo que me ha encomendado.


Y no hay criatura alguna que esté oculta ante ella, sino que todo está desnudo y descubierto a los ojos de aquel a quien debemos dar cuenta.


Así pues, incluso los que sufren en conformidad con la voluntad de Dios, que continúen haciendo el bien y que se pongan en manos del creador, que es fiel.


Descargad sobre él todas vuestras preocupaciones, pues él cuida de vosotros.


Adonisedec dijo: 'Setenta reyes, cortados los pulgares de pies y manos, recogían las migajas debajo de mi mesa; Dios me paga con la misma medida'. Fue llevado a Jerusalén, y allí murió.


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