pero si os convertís a mí y observáis mis mandamientos, poniéndolos en práctica, aunque vuestros desterrados estuvieran en el extremo de los cielos, yo los recogeré de allí y los conduciré de nuevo al lugar que he escogido para morada de mi nombre.
Jeremías 36:3 - Biblia Martin Nieto Tal vez el pueblo de Judá, al escuchar todas las calamidades que proyecto mandarles, se convierta de su mala conducta y yo pueda perdonarles sus crímenes y sus pecados'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Quizá oiga la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles, y se arrepienta cada uno de su mal camino, y yo perdonaré su maldad y su pecado. Biblia Nueva Traducción Viviente Quizá los habitantes de Judá se arrepientan cuando vuelvan a escuchar todas las cosas terribles que tengo pensadas para ellos. Entonces perdonaré sus pecados y maldades». Biblia Católica (Latinoamericana) A ver si, escuchando el pueblo de Judá el mal que he pensado hacerles, se aparta de su mal camino y puedo yo, entonces, perdonarles su culpa y sus pecados. La Biblia Textual 3a Edicion Quizá la casa de Judá escuche todo el mal que me propongo causarles, y cada cual pueda arrepentirse de su mal camino, y Yo pueda perdonarles sus iniquidades y sus pecados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A ver si la casa de Israel atiende a todas las desgracias que proyecto hacerles, de tal manera que se convierta cada uno de su mala conducta y así les perdone su culpa y su pecado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Quizá oiga la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles, y se arrepienta cada uno de su mal camino; para que yo perdone su iniquidad y su pecado. |
pero si os convertís a mí y observáis mis mandamientos, poniéndolos en práctica, aunque vuestros desterrados estuvieran en el extremo de los cielos, yo los recogeré de allí y los conduciré de nuevo al lugar que he escogido para morada de mi nombre.
Embota el corazón de este pueblo, endurece su oído, ciega sus ojos, de suerte que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni entienda con su corazón, ni se convierta, ni se cure.
Habla, pues, ahora a las gentes de Judá y a los habitantes de Jerusalén de esta manera: 'Esto dice el Señor: Mirad, yo estoy preparando contra vosotros una desgracia y madurando un proyecto en daño vuestro. Arrepentíos cada uno de vuestra mala conducta, mejorad vuestra conducta, vuestra manera de actuar'.
pero si esa nación, contra la que he hablado, se convierte de su iniquidad, también yo me arrepiento del castigo que iba a ponerle.
Pero en los profetas de Jerusalén he visto monstruosidades: adulterio, obstinación en la falsedad, apoyo a los criminales para que ninguno se convierta de su perversidad; son todos ellos para mí como Sodoma; y sus habitantes, como Gomorra.
Volveré a ellos mis ojos y los haré regresar a esta tierra; los restableceré y no los volveré a destruir; los plantaré para no arrancarlos ya.
Tal vez te escuchen y se conviertan cada uno de su mal camino; entonces yo retiraré el castigo que pensaba darles por sus malas acciones.
Os he mandado repetidamente, sin cansarme, a mis siervos los profetas para avisaros: Convertíos cada uno de su perverso camino, enmendad vuestra conducta, no vayáis tras dioses extraños, no los adoréis, y de esta forma podréis vivir en la tierra que yo os di a vosotros y a vuestros padres. Pero no habéis obedecido ni me habéis hecho caso.
Tal vez eleven súplicas al Señor y se conviertan de su mala conducta; pues grande es la cólera y el furor con que el Señor ha amenazado a este pueblo'.
Hijo de hombre, prepara tu equipaje de emigrante y emigra en pleno día a sus propios ojos; emigrarás de tu lugar a otra localidad ante su vista. Es posible que comprendan, aunque son gente rebelde.
¿Es que yo me complazco en la muerte del delincuente, dice el Señor Dios, y no más bien en que se convierta y viva?
Buscad al Señor vosotros todos, humildes de la tierra, que habéis puesto en práctica sus preceptos; buscad la justicia, buscad la humildad; quizá podáis quedar seguros el día de la ira del Señor.
Porque la mente de este pueblo está embotada, tienen tapados los oídos y los ojos cerrados, para no ver nada con sus ojos ni oír con sus oídos, ni entender con la mente ni convertirse a mí para que yo los cure.
para que aunque miren no vean y aunque oigan no entiendan, no sea que se conviertan y sean perdonados'.
El dueño de la viña se dijo entonces: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo querido; a él lo respetarán.
a abrirles los ojos, para que pasen de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios; para que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los consagrados.
sino que, primero a los de Damasco, luego a los de Jerusalén y de todo el territorio de Judea y, por fin, a los paganos les he predicado que se arrepientan y se conviertan a Dios observando una conducta de arrepentimiento sincera.
Porque la mente de este pueblo se ha embotado, han tapado sus oídos y han cerrado sus ojos para no ver con sus ojos, ni oír con los oídos, ni entender con la mente, ni convertirse para que los cure.
Por tanto, arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados;
si de nuevo te vuelves hacia él y le obedeces, tú y tus hijos, con todo tu corazón y toda tu alma, según todo lo que yo te mando hoy,
Volverás a obedecer al Señor y pondrás en práctica todos estos mandamientos que hoy te prescribo,
¡Oh, si tuvieran siempre ese mismo corazón, siempre me temerían, guardarían mis mandamientos y serían felices ellos y sus hijos!
El Señor no retarda el cumplimiento de la promesa, como creen algunos que le acusan de tardanza, sino que usa de paciencia con vosotros, pues no quiere que nadie perezca, sino que todos alcancen el arrepentimiento.
Entonces Samuel dijo a todo el pueblo de Israel: 'Si os convertís al Señor de todo corazón, quitad de en medio de vosotros los dioses extranjeros y las astartés; poned vuestros corazones en el Señor y servidle a él solo; entonces el Señor os librará de la mano de los filisteos'.