El cetro no será arrebatado de Judá, ni el bastón de mando de entre sus pies hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos obedecerán.
2 Samuel 7:16 - Biblia Martin Nieto Tu casa y tu reino subsistirán por siempre ante mí, y tu trono se afirmará para siempre'. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente. Biblia Nueva Traducción Viviente Tu casa y tu reino continuarán para siempre delante de mí, y tu trono estará seguro para siempre”». Biblia Católica (Latinoamericana) Tu casa y tu realeza estarán para siempre ante mí, tu trono será firme para siempre'. La Biblia Textual 3a Edicion Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante ti, y tu trono será estable eternamente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono quedará consolidado para siempre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro; y tu trono será estable eternamente. |
El cetro no será arrebatado de Judá, ni el bastón de mando de entre sus pies hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos obedecerán.
Él da grandes victorias a su rey y otorga su favor a su mesías, a David y a su descendencia para siempre'.
para que el Señor cumpla la promesa que me hizo: Si tus hijos cumplen con su deber, andando en mi presencia fielmente con todo su corazón y toda su alma, no te faltará jamás alguien que se siente sobre el trono de Israel.
yo consolidaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como se lo prometí a tu padre David, cuando dije: No te faltará un varón sobre el trono de Israel.
Yo protegeré a esta ciudad para salvarla en atención a mí mismo y a David, mi siervo'.
Sin embargo, el Señor no quiso exterminar a Judá, en atención a David, su siervo, conforme a la promesa que le había hecho de conservarle para siempre una lámpara para sus hijos.
Ahora, Señor, Dios de Israel, cumple también lo que prometiste a tu siervo David, mi padre: No te faltará nunca en mi presencia un varón que se siente sobre el trono de Israel, con tal que tus hijos se porten bien y sigan tus caminos, como lo has hecho tú.
y no quita a los justos su derecho. Pone a los reyes en el trono, los asienta por siempre; pero, si se engríen,
Caen a tus pies los pueblos, tus flechas puntiagudas se clavan en el corazón de tus enemigos.
Que tenga temor de ti mientras la luna y el sol brillen hasta el fin de los siglos;
para ensanchar el imperio, para una paz sin fin en el trono de David y en su reino; para asentarlo y afirmarlo en el derecho y la justicia desde ahora para siempre. El celo del Señor omnipotente hará todo esto.
entonces, por las puertas de esta ciudad, reyes y príncipes, herederos del trono de David, entrarán montados en carrozas y caballos, ellos y sus ministros, las gentes de Judá y los habitantes de Jerusalén. Y esta ciudad será habitada eternamente.
Pues esto dice el Señor: No le faltará jamás a David un descendiente que se siente en el trono de la casa de Israel,
Habitarán la tierra que yo di a mi siervo Jacob, donde habitaron vuestros padres. Allí habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos siempre. David, mi siervo, será su príncipe eternamente.
En los días de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un imperio que jamás será destruido y cuya soberanía no pasará a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos estos imperios, mientras que él subsistirá eternamente,
Se le dio poder, gloria e imperio, y todos los pueblos, naciones y lenguas le servían. Su poder era un poder eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás.
Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
La gente le dijo: 'Nosotros sabemos por la ley que el mesías permanece eternamente; ¿cómo dices tú que el hijo del hombre debe ser levantado en alto? ¿Quién es este hijo del hombre?'.
Del Hijo, en cambio, afirma: Tu trono, oh Dios, dura eternamente; y: el cetro de tu reino es cetro de justicia.
El séptimo ángel tocó la trompeta, y se oyeron en el cielo voces potentes que decían: El imperio del mundo ha pasado a nuestro señor y a su mesías; él reinará por los siglos de los siglos.
Te suplico que perdones la falta de tu sierva, pues el Señor hará ciertamente a mi señor una casa estable, porque mi señor combate las batallas del Señor y en los días de tu vida no se encontrará el mal en ti.