que el justo me golpee, que el bueno me reprenda, pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza: me haría cómplice de sus maldades.
Lucas 17:3 - Nueva Biblia Española (1975) Ándense con cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que, ¡cuídense! »Si un creyente peca, repréndelo; luego, si hay arrepentimiento, perdónalo. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuídense ustedes mismos.
Si tu hermano te ofende, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. La Biblia Textual 3a Edicion Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Andad, pues, con cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano peca contra ti, repréndele; y si se arrepiente, perdónale. |
que el justo me golpee, que el bueno me reprenda, pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza: me haría cómplice de sus maldades.
No hagas alianza con los habitantes del país donde vas a entrar, porque sería un lazo para ti.
Una reprensión aprovecha al prudente más que cien golpes al imprudente.
no reprendas al cínico, pues te aborrecerá; reprende al sensato, que te lo agradecerá;
No guardarás odio a tu hermano. Reprenderás abiertamente a tu conciudadano y no cargarás con pecado por su causa.
Entonces se adelantó Pedro y le preguntó: Señor, y si mi hermano me sigue ofendiendo, ¿cuántas veces lo tendré que perdonar?, ¿siete veces?
'Anden con cuidado, que no se les nuble la mente con el vicio, la bebida y las preocupaciones de la vida, y el día aquél se les eche encima de repente;
Por consiguiente, mucha atención a cómo se portan: no como simplones, sino con talento,
¡Mucho cuidado!, que cuando el Señor, su Dios, les habló en el Horeb, desde el fuego, no vieron figura alguna.
Cuidado con olvidar la alianza que el Señor, su Dios, concertó con ustedes, naciéndose ídolos de cualquier figura, cosa que te ha prohibido el Señor, tu Dios.
Pero, cuidado, guárdate muy bien de olvidar los sucesos que vieron tus ojos, que no se aparten de tu memoria mientras vivas; cuéntaselos a tus hijos y nietos.
Velen porque nadie quede excluido del favor de Dios, porque no retoñe ninguna raíz venenosa y dañe contagiando a la multitud,
Atención, no echen ustedes a perder lo trabajado, si quieren recibir el pleno salario.