Contestaron: Quítate de ahí; este individuo ha venido como inmigrante y ahora se mete a juez. Pues ahora te trataremos a ti peor que a ellos.
Juan 9:34 - Nueva Biblia Española (1975) Le replicaron: Empecatado naciste tú de arriba abajo, ¡y vas tú a darnos lecciones a nosotros! Y lo echaron fuera. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron. Biblia Nueva Traducción Viviente —¡Tú naciste pecador hasta la médula! —le respondieron—. ¿Acaso tratas de enseñarnos a nosotros? Y lo echaron de la sinagoga. Biblia Católica (Latinoamericana) Le contestaron ellos: 'No eres más que pecado desde tu nacimiento, ¿y pretendes darnos lecciones a nosotros?' Y lo expulsaron. La Biblia Textual 3a Edicion Respondieron y le dijeron: Por entero naciste tú en pecados, ¿y tú nos enseñas? Y lo echaron fuera. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondiéronle ellos: 'Has nacido enteramente empecatado, ¿y tú nos vas a dar lecciones?'. Y lo arrojaron fuera. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondieron y le dijeron: Naciste enteramente en pecado, ¿y tú nos enseñas? Y le expulsaron. |
Contestaron: Quítate de ahí; este individuo ha venido como inmigrante y ahora se mete a juez. Pues ahora te trataremos a ti peor que a ellos.
Amasias lo cortó en seco, diciéndole: ¿Quién te ha hecho consejero del rey? Termina de una vez si no quieres que te maten. El profeta terminó con estas palabras: Por lo que has hecho, y por no escuchar mi consejo, estoy seguro de que Dios aconseja tu destrucción.
¿Puede el hombre llevar razón contra Dios?, ¿puede ser puro el nacido de mujer?
El le contestó: ¿Quién te ha nombrado jefe y juez nuestro? ¿Es que pretendes matarme como mataste al egipcio? Moisés se asustó pensando que la cosa se había sabido.
¿Has visto a uno que se tiene por listo?, pues más se puede esperar de un necio.
El hombre reacio a las reprensiones fracasará de improviso y sin remedio.
que decía: 'Retírate, no te acerques, que estoy consagrado'. Eso hace humear mi cólera como fuego que arde todo el día.
Oigan la palabra del Señor, los que se estremecen ante sus palabras: Dicen sus hermanos, los que los detestan, los que los rechazan por mi nombre: 'Que el Señor muestre su gloria y veamos la alegría de ustedes'. Pues serán confundidos ellos.
Un jurista intervino y le dijo: Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros.
Porque a todo el que se encumbra lo abajarán y al que se abaja lo encumbrarán.
Les aseguro que quien no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Dichosos ustedes cuando los odien los nombres y los expulsen y los insulten y difundan mala fama de ustedes por causa de este Hombre'.
Todo lo que el padre me entrega llega hasta mí, y al que se acerca a mí no lo echo fuera,
Ustedes realizan las obras de su padre. Le replicaron entonces: Nosotros no hemos nacido de prostitución, un solo padre tenemos, Dios.
Maestro, ¿quién había pecado, él o sus padres, para que naciera ciego?
Sus padres respondieron así por miedo a los dirigentes judíos, porque los dirigentes tenían ya convenido que fuera excluido de la sinagoga quien lo reconociese por Mesías.
Se enteró Jesús de que lo habían echado fuera, fue a buscarlo y le dijo: ¿Das tu adhesión al Hombre aquél?
Se enteraron de esto algunos fariseos, los que habían estado con él, y le preguntaron: ¿Es que también nosotros somos ciegos?
de este mundo, siguiendo al jefe que manda en esta zona inferior, el espíritu que ahora actúa eficazmente en los rebeldes;
Respecto a los jóvenes: pónganse a disposición de las personas de edad. Y todos, en el trato mutuo, cúbranse de humildad, porque 'Dios se enfrenta con los soberbios, pero concede gracia a los humildes'.
En vista de eso, cuando vaya por ahí sacaré a relucir lo que está haciendo con esas puyas malignas que nos echa. Y no, contento con eso, él, por sí y ante sí, tampoco acepta a los hermanos, y a los que quieren aceptarlos se lo impide y los expulsa de la comunidad.
Escribí unas letras a la comunidad, pero Diotrefes, con su afán de dominar, no nos acepta.
para impedir comprar ni vender al que no llevara la marca con el nombre de la fiera o la cifra de su nombre.