1 Pedro 5 - Nueva Biblia Española (1975)1 Me dirijo a los responsables de las comunidades de ustedes, yo, responsable como ellos, que fui testigo de la pasión del Mesías y experimenté la gloria que va a revelarse: 2 cuiden del rebaño de Dios que tienen a su cargo, miren por él, no por obligación, sino de buena gana, como Dios quiere; tampoco por sacar dinero, sino con entusiasmo; 3 no tiranizando a los que les han confiado, sino haciéndose modelos del rebano. 4 Así, cuando aparezca el supremo Pastor, recibirán la corona imperecedera de la gloria. 5 Respecto a los jóvenes: pónganse a disposición de las personas de edad. Y todos, en el trato mutuo, cúbranse de humildad, porque 'Dios se enfrenta con los soberbios, pero concede gracia a los humildes'. 6 Por eso háganse humildes, para estar bajo la mano poderosa de Dios, que él a su tiempo los levantará; 7 descarguen en Dios toda angustia, que a él le interesa el bien de ustedes. 8 Despéjense, espabílense, que su adversario el diablo, rugiendo como un león, ronda buscando a quién tragarse. 9 Háganle frente firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en el mundo entero están pasando por idénticos sufrimientos. 10 Tras un breve, sufrir, Dios, que es todo gracia y que los llamó por el Mesías a su eterna gloria, él en persona los restablecerá, afirmará, fortalecerá y dará estabilidad. 11 Suyo es el dominio por los siglos. Amén. 12 Por mano de Silvano, hermano de toda confianza -que por tal lo tengo-, les he escrito esta breve carta para exhortarlos y confirmarles que ésta es la verdadera gracia de Dios: apóyense en ella. 13 Les manda recuerdos la que está en Babilonia, elegida como ustedes, y en particular mi hijo Marcos. 14 Salúdense unos a otros con el beso fraterno. Paz a todos ustedes los cristianos. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.