Juan 1:1 - Nueva Biblia Española (1975) Al principio ya existía la Palabra, y la Palabra se dirigía a Dios y la Palabra era Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) En el principio era la Palabra,
y la Palabra estaba ante Dios,
y la Palabra era Dios. La Biblia Textual 3a Edicion En un principio° era° el Logos,° y el Logos estaba ante° Dios, y Dios era el Logos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. |
Tu trono, como el de un dios, permanece para siempre; cetro de rectitud es tu cetro real.
Pues el Señor, por su cuenta, les dará una señal: Miren: la joven está encinta y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Dios con nosotros.
Su glorioso principado y la paz no tendrán fin, en el trono de David y en su reino; se mantendrá y consolidará con la justicia y el derecho, desde ahora y por siempre. El celo del Señor de los ejércitos lo realizará.
Miren: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán de nombre Emanuel (Is 7,14) (que significa 'Dios con nosotros').
Así que la Palabra se hizo hombre, acampó entre nosotros y hemos contemplado su gloria -la gloria que un hijo único recibe de su padre-: plenitud de amor y lealtad.
A la divinidad nadie la ha visto nunca; el único Dios engendrado, el que está de cara al Padre, él ha sido la explicación.
Sal! de junto al Padre y vine a estar en el mundo; ahora dejo el mundo y voy con el Padre.
tuya, la gloria que tenía antes que el mundo existiera en tu presencia.
Les contestó Jesús: Pues sí, se lo aseguro: Desde antes que existiera Abrahán, soy yo lo que soy.
suyos son los Patriarcas, y de ellos en lo humano nació el Mesías, suyo es el Dios Soberano
y aclararles a todos cómo se va realizando el secreto escondido desde siempre en Dios, creador del universo.
El, a pesar de su condición divina, no se aferró' a su categoría de Dios;
Sin discusión, grande es el misterio que veneramos: El se manifestó como hombre, lo rehabilitó el espíritu, se apareció a los mensajeros, se proclamó a las naciones, se le vio en el mundo, fue elevado a la gloría.
aguardando la dicha que esperamos: la venida de Jesús Mesías, gloria del gran Dios y salvador nuestro,
Al omitir padre, madre y genealogía, el principio de sus días y el fin de su vida, asemejándolo al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
Simón Pedro, servidor y apóstol de Jesús el Mesías, a los que han obtenido una fe tan inapreciable como la nuestra gracias a la justicia de nuestro Dios y de Jesús, el Mesías salvador.
Sabemos que ha venido el Hijo de Dios y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero, y estamos con el verdadero, gracias a su Hijo, Jesús el Mesías. Ese es el verdadero Dios y vida eterna.
Lo que vas a ver, escríbelo en un libro y mándalo a estas siete iglesias: Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea'.
Al verlo caí a sus pies como muerto. El puso su mano derecha sobre mí, diciéndome: 'No temas, yo soy el primero y el último,
Diciendo todo lo que ha visto, éste se hace testigo de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús Mesías.
Yo soy el alfa y la omega, dice el Señor Dios, el que es y era y ha de venir, el soberano de todo.
Iba envuelto en una capa tinta en sangre y lo llaman Palabra de Dios.
Para el mensajero de la iglesia de Esmirna escribe así: Esto dice el que es primero y último, el que estuvo muerto y volvió a la vida:
Y me dijo todavía: Ya son un hecho. Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin. Al sediento, yo le daré a beber gratuitamente de la fuente de agua viva.
Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin.
Para el mensajero de la iglesia de Laodicea escribe así: Esto dice el amén, el testigo fiel y veraz, el principio de la creación de Dios: