Y llamó Dios a los continentes 'tierra', y a la masa de las aguas la llamó 'mar'. Y vio Dios que era bueno.
Jonás 1:9 - Nueva Biblia Española (1975) Les contestó: Soy un hebreo y adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra firme. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y él les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente —Soy hebreo —contestó Jonás— y temo al Señor, Dios del cielo, quien hizo el mar y la tierra. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces empezó a decirles: 'Soy hebreo y temo a Yavé, Dios del Cielo, que hizo el mar y los continentes.... La Biblia Textual 3a Edicion Y él respondió: Soy hebreo y temo a YHVH, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él les respondió: 'Soy hebreo, y adoro a Yahveh, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, el Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra seca. |
Y llamó Dios a los continentes 'tierra', y a la masa de las aguas la llamó 'mar'. Y vio Dios que era bueno.
Un fugitivo vino y se lo contó a Abrán el Hebreo, que acampaba junto al encinar de Mambré el Amorreo, pariente de Escol y Anér, aliados de Abrán.
El Señor Dios del cielo, que me sacó de la casa paterna y del país nativo y que juró dar esta tierra a mi descendencia, enviará su ángel delante de ti y podrás traer mujer para mi hijo.
llamó a los sirvientes y les dijo: Miren, nos han traído un hebreo para que se aproveche de nosotros; ha entrado en mi habitación para acostarse conmigo, pero yo he gritado fuerte;
Pero al empezar a instalarse allí, no daban culto al Señor, y el Señor les envió leones que hacían estrago entre los colonos.
Uno de los sacerdotes deportados de Samaria' fue entonces a establecerse en Betel, y les enseñó cómo había que dar culto al Señor.
Ciro, rey de Persia, decreta: El Señor, Dios del cielo, me ha entregado todos los reinos de la tierra y me ha encargado construirle un templo en Jerusalén de Judá.
Nos dieron la siguiente respuesta: 'Nosotros somos servidores del Dios del cielo y tierra, y estamos reconstruyendo un templo edificado antaño, que construyó y terminó un gran rey de Israel.
Al oír estas noticias lloré e hice duelo durante unos días, ayunando y orando al Dios del cielo
EI rey me dijo: ¿Qué es lo que pretendes? Me encomendé al Dios del cielo,
Y Esdras rezó: Tú, Señor, eres el único Dios. Tú hiciste los cielos, lo más alto de los cielos y todos sus ejércitos; la tierra y cuantos la habitan, los mares y cuanto contienen. A todos les das vida, y los ejércitos celestes te rinden homenaje.
El rey de Egipto ordenó a las parteras hebreas (una se llamaba Sefora y otra Fuá):
Al día siguiente, salió y encontró a dos hebreos riñendo, y dijo al culpable: ¿Por qué maltratas a tu compañero?
Durante ese reinado el Dios del cielo suscitará un reino que nunca será destruido ni su dominio pasará a otro, sino que destruirá y acabará con todos los demás reinos, pero él durará por siempre;
(Después volverán a buscar los israelitas al Señor, su Dios, y a David, su rey, temblando acudirán al Señor y su riqueza, en un tiempo futuro).
¿Qué hacen, hombres? Nosotros somos gente igual que ustedes y la buena noticia que les predicamos es que dejen los dioses falsos y se conviertan al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra y el mar y todo lo que contienen'.
porque esta noche se me ha presentado un mensajero del Dios a quien pertenezco y sirvo,
circuncidado a los ocho días de nacer, israelita de nación, de la tribu de Benjamín, hebreo de pura cepa y, por lo que toca a la Ley, fariseo;
En aquel momento se produjo un gran terremoto y se desplomó la décima parte de la ciudad; murieron en el terremoto siete mil personas, y los demás, aterrorizados, dieron la razónal Dios del cielo.
¿Quién no te respetará?, ¿Quién no dará gloria a tu nombre, si sólo tú eres santo? Todas las naciones vendrán a postrarse ante ti, porque tus justas sentencias se han promulgado.
y maldecían al Dios del cielo por los dolores y las llagas, pero no enmendaron su conducta.