Hechos 14 - Nueva Biblia Española (1975)1 En Iconio entraron en la sinagoga, como de costumbre, y hablaron de tal modo que creyó un buen número de judíos y de griegos. 2 Los judíos que no se dejaron convencer incitaron a los paganos y les malearon el ánimo contra los hermanos. 3 A pesar de todo, se detuvieron allí largo tiempo, hablando con valentía, apoyados en el Señor, que acreditaba su mensaje de gracia realizando por medio de ellos señales y prodigios. 4 La población de la ciudad se dividió en bandos; unos estaban por los judíos y otros por los apóstoles. 5 Como de parte de paganos y judíos, a sabiendas de sus jefes, hubo un intento de usar la violencia y apedrearlos, 6 ellos, al darse cuenta, se escaparon a Licaonia, a las ciudades de Listra y Derbe y alrededores; 7 también allí estuvieron anunciando la buena noticia. 8 Residía en Listra un hombre inválido de las piernas, cojo de nacimiento, que nunca había podido andar. 9 Escuchaba las palabras de Pablo; Pablo lo miró fijo y, viendo que tenía una fe capaz de curarlo, 10 le gritó: Levántate en pie, derecho. El hombre dio un salto y echó a andar. 11 Al ver lo que Pablo había hecho, el gentío exclamó en la lengua de Licaonia: Dioses en figura de hombres han bajado a visitarnos. 12 A Bernabé lo llamaban Zeus y a Pablo, Hermes, porque él era el portavoz. 13 El sacerdote del templo de Zeus que estaba a la entrada de la ciudad, hizo llevar a las puertas toros y guirnaldas, y con la gente quería ofrecerles un sacrificio. 14 Al enterarse los apóstoles, Bernabé y Pablo, se rasgaron el manto y sé abrieron paso por medio del gentío gritando: 15 ¿Qué hacen, hombres? Nosotros somos gente igual que ustedes y la buena noticia que les predicamos es que dejen los dioses falsos y se conviertan al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra y el mar y todo lo que contienen'. 16 En las pasadas edades él dejó que cada pueblo siguiera su camino; 17 aunque siempre se dio a conocer por sus beneficios, mandándoles desde el cielo estaciones fértiles, lluvias y cosechas, dándoles comida y alegría en abundancia. 18 Con estas palabras disuadieron al gentío, aunque a duras penas, de que les ofrecieran sacrificio. 19 Pero llegaron unos judíos de Antioquía y de Iconio y se ganaron a la gente; apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, dándolo ya por muerto. 20 Pero cuando lo rodearon los discípulos, él se levantó y volvió a la ciudad. Al día siguiente salió con Bernabé para Derbe; 21 después de anunciar la buena noticia en aquella ciudad y de ganar numerosos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, 22 confortando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que tenemos que pasar mucho para entrar en el reino de Dios. 23 En cada iglesia les designaron responsables, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor en quien habían creído. 24 Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. 25 Predicaron el mensaje en Perge, bajaron a Atalía, 26 y allí se embarcaron para Antioquía, su punto de partida, donde los habían encomendado al favor de Dios para la misión que habían cumplido. 27 AL llegar reunieron a la comunidad, les contaron lo que Dios había hecho con ellos y cómo había abierto a los paganos la puerta de la fe. 28 Se quedaron allí bastante tiempo con los discípulos. |
Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.