Bíobla ar líne

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Jeremías 3:2 - Nueva Biblia Española (1975)

Levanta la vista a las dunas y mira: ¿dónde no has hecho el amor? Como un nómada en el desierto te sentabas en los caminos, a su disposición, y profanaste la tierra con tus infames fornicaciones.

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Biblia Reina Valera 1960

Alza tus ojos a las alturas, y ve en qué lugar no te hayas prostituido. Junto a los caminos te sentabas para ellos como árabe en el desierto, y con tus fornicaciones y con tu maldad has contaminado la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Fíjate en los santuarios que hay en cada cumbre. ¿Hay algún lugar que no haya sido profanado por tu adulterio con otros dioses? Te sientas junto al camino como una prostituta en espera de un cliente. Te sientas sola, como un nómada en el desierto. Contaminaste la tierra con tu prostitución y tu perversidad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Alza los ojos hacia los cerros y mira: no hay lugar en que no te hayas prostituido. Junto al camino te sentabas para esperar, como la mujer árabe en el desierto, y manchaste tu país con tus prostituciones y tus crímenes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Alza tus ojos a los cerros desolados y mira: ¿Dónde no has sido gozada?° Como un beduino° en el desierto, Te sientas en los caminos, a su disposición, Y tus infames fornicaciones° han mancillado la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Alza tus ojos a los altos y mira: ¿Dónde no te has dejado violar? A la vera de los caminos te sentabas, esperándolos, como el árabe en el desierto, y has profanado el país con tus prostituciones y tu maldad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Alza tus ojos a los lugares altos, y ve en qué lugar no se han acostado contigo; para ellos te sentabas en los caminos, como el árabe en el desierto; y has contaminado la tierra con tu prostitución y tu maldad.

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Jeremías 3:2
22 Tagairtí Cros  

Ella se quitó el traje de viuda, se cubrió con un velo, disfrazándose, y se sentó junto a Dosfuentes, cerca del camino de Timná, pues veía que Selá había crecido y no se lo daban en matrimonio.


tuvo setecientas esposas y trescientas concubinas.


Profanó las ermitas que miraban a Jerusalén, al sur del monte de los Olivos, construidas por Salomón, rey de Israel, en honor de Astarté (ídolo abominable de los fenicios), Camós (ídolo abominable de Moab) y Malcón (ídolo abominable de los amonitas).


derramaron sangre inocente y profanaron la tierra ensangrentándola;


se pone al acecho como un salteador y provoca traiciones entre los hombres.


bullanguera y procaz, sus pies no saben estarse en casa:


Por todas las dunas de la estepa llegaron bandoleros, porque la espada del Señor devora de punta a punta, y ningún ser vivo queda incólume,


Desde antiguo has roto el yugo y hecho saltar las correas diciendo: No quiero servir; en cualquier colina alta, bajo cualquier árbol frondoso, te acostabas y te prostituías.


¿Cómo te atreves a decir: No me he contaminado, no he seguido a los ídolos? Mira en el valle tu camino y reconoce lo que has hecho, camella liviana de extraviados caminos,


Yo les conduje a un país de huertos, para que comieran sus frutos sabrosos; pero entraron y contaminaron mi tierra, hicieron abominable mi heredad.


Si un hombre repudia a su mujer, ella se separa y se casa con otro, ¿volverá él a ella?, ¿no está esa mujer infamada? Pues tú has fornicado con muchos amantes, ¿podrás volver a mí? -oráculo del Señor- .


Pero reconoce tu culpa, pues te rebelaste contra el Señor, tu Dios: prodigaste tu amor a extraños bajo todo árbol frondoso y me desobedeciste -oráculo del Señor- .


Oigan, se escucha en las dunas llanto suplicante de los israelitas, que han extraviado el camino, olvidados del Señor, su Dios.


Y así, con su fácil prostituirse, infamó el país, porque cometió adulterio con la piedra y el leño.


Córtate la melena y tírala, entona en las dunas una elegía: El Señor ha rechazado y expulsado a la generación digna de su cólera;


Tomaste tus vestidos y sobre ellos fornicabas, y te hiciste capillas de colores...


Cuando los introduje en la tierra que con la mano en alto había jurado darles, al ver un collado alto, al ver un árbol copudo, allí hacían sus sacrificios, allí depositaban su irritante ofrenda, allí ponían sus oblaciones de aroma que aplaca, allí vertían sus libaciones.


Sí, su madre se ha prostituido, se ha deshonrado la que los engendró. Se decía: Me voy con mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi vino y mi aceite.


Estando en el abismo, en medio de los tormentos, levantó los ojos, vio de lejos a Abrahán con Lázaro echado a su lado,


Destruirás todos los santuarios donde esos pueblos, que ustedes van a desposeer,