Los dos estaban desnudos, el hombre y su mujer, pero no sentían vergüenza.
Génesis 3:7 - Nueva Biblia Española (1975) Se les abrieron los ojos a los dos, y descubrieron que estaban desnudos; entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces se les abrieron los ojos y ambos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron, pues, unas hojas de higuera, y se hicieron unos taparrabos. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces se les abrieron los ojos a ambos y se dieron cuenta de que estaban desnudos, y cosieron follaje° de higuera, y se hicieron ceñidores° para sí mismos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se les abrieron entonces los ojos a los dos y, al darse cuenta de que estaban desnudos, cosieron hojas de higuera y se hicieron unos ceñidores. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. |
Los dos estaban desnudos, el hombre y su mujer, pero no sentían vergüenza.
Lo que pasa es que sabe Dios que, en cuanto ustedes coman de él, se les abrirán los ojos y serán como Dios, versados en el bien y el mal.
Cuando ya habían entrado en Samaria, Eliseo rezó: Señor, ábreles los ojos para que vean. El Señor les abrió los ojos y vieron que estaban en mitad de Samaria.
Será corta la cama para estirarse y estrecha la manta para arroparse.
aparezca tu desnudez, véanse tus vergüenzas. Tomaré venganza inexorable.
Sus telas no sirven para vestidos; son tejidos que no pueden cubrir. Sus obras son obras criminales, sus manos ejecutan la violencia.
Jerusalén ha pecado gravemente y ha quedado manchada; los que antes la honraban, la desprecian viéndola desnuda, y ella entre gemidos se vuelve de espaldas.
Estando en el abismo, en medio de los tormentos, levantó los ojos, vio de lejos a Abrahán con Lázaro echado a su lado,
y los que nos parecen menos dignos los vestimos con más cuidado. Lo menos presentable lo tratamos con más miramiento;
hasta volverte loco, por el espectáculo que han de contemplar tus ojos.
(sólo para enseñar la estrategia militar a las nuevas generaciones de los israelitas sin experiencia de la guerra):