Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




2 Samuel 1:2 - Nueva Biblia Española (1975)

Al tercer día de la muerte de Saúl, llegó uno del ejército con la ropa hecha jirones y polvo en la cabeza; cuando llegó cayó en tierra, postrándose ante David.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Al tercer día, sucedió que vino uno del campamento de Saúl, rotos sus vestidos, y tierra sobre su cabeza; y llegando a David, se postró en tierra e hizo reverencia.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Al tercer día llegó un hombre del campamento del ejército de Saúl con sus ropas rasgadas y polvo sobre la cabeza en señal de duelo. El hombre cayó al suelo y se postró delante de David con profundo respeto.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Al tercer día llegó un hombre del campamento de Saúl: tenía la ropa hecha tiras y tierra en la cabeza. Apenas llegó donde David, se tiró al suelo y se postró.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Al tercer día sucedió que llegó un hombre del campamento de Saúl, con sus vestidos rotos y tierra sobre su cabeza. Y ocurrió que cuando llegó ante David, cayó en tierra° y se postró.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

al tercer día llegó del campamento de Saúl un hombre con los vestidos desgarrados y cubierta de polvo la cabeza. Al acercarse a David, se echó a tierra y se postró ante él.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Al tercer día, sucedió que vino un hombre del campamento de Saúl, rotas sus vestiduras, y tierra sobre su cabeza; y llegando a David, se postró en tierra, e hizo reverencia.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



2 Samuel 1:2
25 Tagairtí Cros  

Al tercer día, levantó Abrahán los ojos y divisó el sitio a lo lejos.


Entretanto, Rubén volvió al aljibe, y al ver que José no estaba allí, se rasgó las vestiduras;


Jacob rasgó su manto, se ciñó un sayal e hizo luto por su hijo muchos días.


Contestaron: Tu siervo, nuestro padre, está bien, vive todavía. Y se inclinaron y se postraron.


David le preguntó: ¿De dónde vienes? Respondió: Me he escapado del campamento israelita.


Tamar se echó polvo a la cabeza, se rasgó la túnica y se fue gritando por el camino, con las manos en la cabeza.


Mujer de Tecua.-(Presentándose al rey y cayendo rostro en tierra). Majestad, ¡sálvame!


Cuando David llegó al humilladero que había en la cima, salió a su encuentro Jusay, el arquita rasgada la túnica y con polvo en la cabeza.


y cuando Arauná se asomó y vio acercarse al rey con toda su corte, salió a postrarse ante él, rostro en tierra.


Si al que me anunció 'ha muerto Saúl', creyendo darme una buena noticia, lo agarré y lo ajusticié en Sicelag, pagándole así la buena noticia,


Vete a reunir a todos los judíos que viven en Susa; ayunen por mí. No coman ni beban durante tres días con sus noches. Yo y mis esclavas haremos lo mismo, y al acabar me presentaré ante el rey, incluso contra su orden. Si hay que morir, moriré.


Al tercer día, Ester se puso sus vestidos de reina y llegó hasta el patio interior del palacio, frente al salón del trono. El rey estaba sentado en su trono real, en el salón, frente a la entrada.


digan a Dios: ¡Qué temibles son tus acciones, ante tu inmenso poder tus enemigos se rinden!


Se escucharán sus gritos, gimiendo amargamente por ti; se echarán ceniza en la cabeza, se revolcarán en el polvo.


En dos días nos hará revivir, al tercer día nos restablecerá y viviremos en su presencia.


Rasguen los corazones y no los vestidos; conviértanse al Señor, su Dios, que es compasivo y clemente, paciente y misericordioso, y se arrepiente de las amenazas.


Porque si tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del monstruo', también tres días y tres noches estará este Hombre en el seno de la tierra.


Desde entonces empezó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén, padecer mucho a manos de los senadores, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día.


Josué se rasgó el manto, cayó rostro en tierra ante el arca del Señor y estuvo así hasta el atardecer, junto con los concejales de Israel, echándose polvo a la cabeza.


Haré que algunos de la sinagoga de Satanás, de esos que dicen ser judíos (pero es mentira, no lo son), vayan a postrarse ante ti y se den cuenta de que te quiero.


Mientras el muchacho se marchaba, David salió de su escondite; cayó ante él a tierra, postrándose tres veces; luego se abrazaron llorando los dos copiosamente.


En cuanto vio a David, Abigail se bajó del burro y se postró ante él, rostro en tierra.


Un benjaminita salió corriendo de las filas y llegó a Silo aquel mismo día, con la ropa hecha jirones y polvo en la cabeza.


El fugitivo le dijo: Soy el hombre que ha llegado del campo de batalla. Eli preguntó: ¿Qué ha ocurrido, hijo?