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Génesis 26 - Nueva Biblia Española (1975) Nueva Biblia Española (1975)
Génesis 26

1 Hubo un hambre en el país (distinta de la que hubo en tiempos de Abrahán), e Isaac fue a Guerar, donde Abimelec era rey de los filisteos.

2 El Señor se le apareció y le dijo: No bajes a Egipto, quédate en la tierra que te diré;

3 reside en este país: estaré contigo y te bendeciré, pues a ti y a tus descendientes daré estas tierras, cumpliendo el juramento que hice a Abrahán, tu padre.

4 Haré crecer tu descendencia como las estrellas del cielo y daré a tus descendientes todas estas tierras, y con su nombre se bendecirán todos los pueblos de la tierra.

5 Porque Abrahán me obedeció y guardó mis preceptos, mandatos, normas y leyes.

6 Isaac se quedó en Guerar.

7 La gente del lugar le preguntó por Rebeca, y él contestó: Es mi hermana. Pues temía: 'Como es tan bonita, esta gente me va a matar por causa de ella'.

8 Pasado bastante tiempo, Abimelec, rey de los filisteos, miraba un día por la ventana y vio a Isaac acariciando a Rebeca, su mujer.

9 Lo mandó llamar y le dijo: Si es tu mujer, ¿por qué has dicho que es tu hermana? Isaac respondió: Porque pensé que iban a matarme por causa de ella.

10 Abimelec respondió: ¿Por qué te has portado así con nosotros? Por poco no se acuesta uno de los nuestros con tu mujer y nos hace a todos culpables.

11 Abimelec dio una orden a todo el pueblo: El que toque a este hombre o a su mujer, morirá.

12 Isaac sembró en aquella tierra, y aquel año cosechó el céntuplo, porque le bendijo el Señor.

13 El hombre fue enriqueciéndose hasta hacerse muy rico;

14 tenía rebaños de ovejas y vacas, una gran servidumbre, tanto que los filisteos fe envidiaban,

15 y cegaron con tierra todos los pozos que habían cavado los servidores de su padre, en vida de Abrahán.

16 Y Abimelec dijo a Isaac: Vete de aquí, pues ya eres más poderoso que nosotros.

17 Isaac se fue de allí, acampó junto al torrente de Guerar y allí se estableció.

18 Cavó de nuevo los pozos que habían cavado en vida de su padre y que los filisteos habían cegado a su muerte, y los llamó con los mismos nombres que les había puesto su padre.

19 Los sirvientes de Isaac cavaron junto al torrente y dieron con un manantial.

20 Los pastores de Guerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: Esa agua es nuestra. Y el pozo se llamó 'Desafío', porque le habían desafiado.

21 Cavaron otro pozo y también riñeron por él. Y lo llamó 'Rivalidad'.

22 Se apartó de allí y cavó otro pozo, que por fin no suscitó riñas. Y lo llamó 'Espacioso', queriendo decir: 'El Señor nos ha dado espacio para crecer en el país'.

23 De allí subió a Berseba,

24 donde se le apareció el Señor aquella noche y le dijo: Yo soy el Dios de Abrahán, tu padre; no temas, que estoy contigo; te bendeciré y haré crecer tu descendencia en atención a Abrahán, mi siervo.

25 Levantó allí un altar, invocó el nombre del Señor y plantó allí su tienda.

26 Y sus servidores se pusieron a cavar un pozo. Abimelec fue desde Guerar a visitarlo con Ajuza, su consejero, y Ficol, su capitán.

27 Isaac les preguntó: ¿Qué les trae por aquí? Ustedes me han sido hostiles y me han expulsado de su compañía.

28 Le contestaron: Hemos visto que el Señor está contigo y nos hemos dicho: Vamos a jurar un pacto entre los dos; queremos hacer alianza contigo.

29 No nos harás mal alguno, pues nosotros no te hemos atacado, te hemos tratado siempre bien y te hemos dejado ir en paz. Y el Señor te bendiga.

30 Les preparó un banquete, comieron y bebieron;

31 al día siguiente madrugaron y se prestaron mutuamente juramento. Isaac los despidió y ellos se marcharon en paz.

32 Aquel día vinieron los servidores de Isaac y le hablaron del pozo que habían cavado, y le dijeron: Hemos encontrado agua.

33 El llamó al pozo 'Seba', y por eso todavía hoy la ciudad se llama Berseba.

34 Cuando Esaú cumplió cuarenta años, tomó otras mujeres: Judit, hija de Beeri, el hitita, y Basmat, hija de Elón, el hitita.

35 Trajeron muchos disgustos a Isaac y Rebeca.

Biblia - Luis Alonso Schökel y Juan Mateos

Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.