Un cumpleaños es una celebración para bendecir a esa persona que cumple uno más, y para disfrutar de las bondades de Dios, disfrutar del privilegio de cumplir un año más de vida. Dios te ha dado maravillosas promesas y en este momento de celebración se pueden recordar, compartir la palabra de Dios con tus seres queridos es ideal en ese momento tan alegre. En tu cumpleaños deseo que cada día disfrutes de buena salud y que vivas cada día con la guía verdadera de la sabiduría, la que viene de Dios, que Dios envíe sus ángeles alrededor de ti para que te guarden, que Dios conceda lo que tu corazón desea conforme a su perfecta voluntad. Por mí aumentarán tus días; muchos años de vida te serán añadidos. (Proverbios 9:11)
¡Oh profundidad de riquezas y sabiduría y ciencia de Dios! ¡cuán inescrutables sus juicios, e ininvestigables sus caminos!
Y dijo al hombre: «He aquí el temor divino es sabiduría; y el abstenerse de lo malo, es ciencia».
porque lo estulto de Dios más sabio que los hombres es, y lo flaco de Dios más fuerte que los hombres.
Nidos de sabiduría, preferibles a oro; y nidos de prudencia, preferibles sobre plata.
(18:8) La ley del Señor, inmaculada(c), convirtiendo almas; el testimonio del Señor, fiel, instruyendo pequeñuelos.
entendimiento bueno a todos los que la hacen; su loor permanece por el siglo del siglo.
así sentirás sabiduría en tu alma; pues, hallando, será hermoso tu fin y esperanza no te abandonará.
De disciplina y justicia Quien ama la disciplina, ama el entendimiento; y el que odia las reconvenciones, es insensato.
Mas la de arriba sabiduría, lo primero, pura es; luego pacífica, clemente, dócil, henchida de misericordia y frutos buenos, no juzgadora, no hipócrita.
A ti, Señor de mis padres, confieso y alabo; pues sabiduría, prudencia me diste; y ahora me manifestaste cuanto he pedido para declarar al rey en esto.»
Principio de sabiduría, temor de Dios; y entendimiento bueno a todos los que la hacen; y piedad para con Dios, principio del sentir; pero sabiduría y disciplina los impíos menosprecian.
Bienaventurado el hombre que ha hallado la sabiduría; y el mortal que ha visto la prudencia.
Principio de sabiduría, temor del Señor; y consejo de santos, entendimiento; pues el conocer ley, de mente es buena.
Principio de sabiduría: «Adquiere sabiduría, y en toda tu adquisición(a) adquiere prudencia(b).
El sabio de corazón recibirá mandamientos; y el inconstante de labios, torcido andando, suplantado será.
El sabio y el necio. Amor y odio. La lengua. Hijo sabio alegra al padre; hijo necio aflige a su madre.
Está confiado, en todo tu corazón en Dios, y en tu sabiduría no te exaltes;
para todos tus caminos conócela para que enderece tus caminos.
Amando el varón la sabiduría, alégrase su padre; y quien apacienta meretrices, perderá riquezas.
¿Quién sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la bella conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.
En sabiduría caminad con los de fuera, la ocasión redimiendo.
La palabra vuestra, siempre en gracia, con sal sazonada, que sepáis cómo debéis a cada uno responder.
Mirad, pues, cómo exactamente caminéis, no como insipientes, sino como sapientes;
redimiendo(f) el tiempo; que los días malos son.
y pequen los pecadores, y no entenderán, no, todos los pecadores, y los entendidos atenderán.
Quien guarda su boca, guarda su alma; y el precipitado de labios se aterrará a sí mismo.
(7:11) No digas: ¿«Qué ha sucedido que los días los primeros eran buenos sobre éstos»? pues no en sabiduría has preguntado acerca de esto.
Porque en muchedumbre de sabiduría, muchedumbre de saber(j); y quien añade saber, añadirá dolor.
Todo aquel, pues, que oye estas palabras mías y las hace, se asemejará a varón prudente, que edificó su casa sobre la peña.
Y éstos, del Señor de los ejércitos han salido portentos: deliberad, ensalzad vana consolación.
Y, si a alguno de vosotros falta sabiduría, pida al que da: Dios, a todos sencillamente(c) y no enrostra; y darásele.
adquiere sabiduría y prudencia;
ni menosprecies el hablar de mi boca; ni la abandones; y se adherirá a ti; ámala, y te guardará.
(7:13) pues en sombra de ella(j) como sombra de plata(k); y abundancia de conocimiento de la sabiduría vivificará al de ella(l).
Bienaventurado el hombre que ha hallado la sabiduría; y el mortal que ha visto la prudencia.
Que mejor, comprarla que de oro y plata tesoros; que más preciosa es que piedras valiosísimas; no la afrontará ningún mal.
Por esto también nosotros, desde el día que oímos, no cesamos, por vosotros orando y pidiendo que seáis llenos del conocimiento de la voluntad suya, en toda sabiduría, e inteligencia espiritual;
Y, por él, vosotros sois en Cristo Jesús; quien ha sido hecho sabiduría nuestra por Dios, y justicia, y santificación, y redención;
Bienaventurado el hombre que ha hallado la sabiduría; y el mortal que ha visto la prudencia.
Que mejor, comprarla que de oro y plata tesoros; que más preciosa es que piedras valiosísimas; no la afrontará ningún mal.
Bien conocida es a todos los que se acercan a ella; y todo lo precioso y digno de ella es.
Que largura de edad y años de vida en su diestra; y en su siniestra, riquezas y gloria; de su boca sale justicia; y ley y misericordia en su lengua lleva.
Sus caminos, caminos hermosos; y todas sus sendas, en paz;
leño de vida es para todos los que la abrazan, y estriban en ella, cual en el Señor.
Porque al hombre al bueno ante su faz dio sabiduría, y ciencia y alegría; y al que peca, dio solicitud de añadir y juntar(q); para dar al bueno ante la faz de Dios; pues asimismo esto es vanidad y afán de espíritu(r).
Quien adquiere prudencia, ámase a sí mismo; y quien guarda prudencia, hallará bienes.
Pues, si viniere la sabiduría a tu mente, y sentimiento tu alma hermoso tener pareciere;
consejo hermoso te guardará, y pensar santo te preservará;
Tus caminos, Señor, manifiéstame; y tus sendas enséñame.
Encamíname a tu verdad, y enséñame, porque tú eres Dios, el salvador mío, y en ti he esperado todo el día.
y reposará sobre él espíritu de Dios, espíritu de sabiduría y entendimiento, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de conocimiento y piedad;
Mirad, pues, cómo exactamente caminéis, no como insipientes, sino como sapientes;
redimiendo(f) el tiempo; que los días malos son.
Por esto no os hagáis insensatos, sino que comprended cuál(g) la voluntad del Señor.
para que se consuelen sus corazones, instruidos en caridad y para toda la riqueza de la plenitud de la inteligencia, en conocimiento del misterio de Dios Padre y Cristo;
en quien están todos los tesoros de la sabiduría y ciencia ocultos.
(18:8) La ley del Señor, inmaculada(c), convirtiendo almas; el testimonio del Señor, fiel, instruyendo pequeñuelos.
(18:9) Las justicias del Señor, rectas, alegrando al corazón; el mandamiento del Señor, centelleante, iluminando ojos.
(50:7) Pues he aquí verdad amaste; lo desconocido y lo oculto de tu sabiduría manifestásteme.
De tus mandamientos he comprendido(g); por esto he odiado todo camino de iniquidad; pues tú legislaste para mí.
A palabras de sabios presta tu oreja y oye mi palabra; y tu corazón afirma para que conozcas que bellas son.
Y, si las introdujeres en tu corazón, te alegrarán a la vez sobre tus labios;
Y se apareció el Señor a Salomón, en sueño, de noche, y dijo el Señor a Salomón: «Pídete alguna petición.»
Y dijo Salomón: «Tú has hecho con tu siervo, David, mi padre, misericordia grande, según que caminó a faz tuya, en verdad, y en justicia y en rectitud de corazón contigo; y le has guardado esta misericordia, la grande, dando que su hijo se siente sobre su trono; como este día(c).
Y ahora, Señor, Dios mío, tú has dado a tu siervo en lugar de David, mi padre; y yo soy niñito pequeño, y no sé mi salida y mi entrada.
Y tu siervo en medio de tu pueblo, que has elegido(d) pueblo mucho; que no se contará y no se empadronará por su muchedumbre.
Y darás a tu siervo corazón de escuchar y juzgar a tu pueblo en justicia y para entender entre lo bueno y lo malo; pues ¿quién podrá juzgar a tu pueblo, el pesado éste?»
Y plugo el dicho a la faz del Señor, por haber pedido Salomón esta palabra.
Y díjole el Señor: «Por cuanto me has pedido esta palabra, y no pedídote días muchos y no pedido riquezas, ni pedido almas de tus enemigos, sino pedídote el entender de escuchar juicio;
he aquí, te he hecho según tu palabra; he aquí te he dado corazón prudente y sabio; cual tú no ha habido antes de ti, y después de ti, no se levantará semejante a ti.
Y lo que no has pedido, te he dado, así riquezas como gloria, que no ha habido varón semejante a ti en reyes.
Y, si anduvieres en mi camino, guardando mis mandamientos y preceptos como anduvo David, tu padre, también multiplicaré tus días.»