Dios es tu creador, tu protector, tu sustentador. Dios es todo poderoso, es misericordioso, es perdonador, es bueno. Podemos conocer a Dios mediante su palabra, Dios está interesado en tu vida él te ama y ha creado un hermoso plan para tu vida. Dios conoce todas las cosas aún antes de que pasen Dios ya las sabe. Dios es amor inagotable. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. (Isaías 41:13) Así es Dios siempre estará con nosotros, solo debemos acercarnos a él, Dios es el Creador y sustentador de todas las cosas, que rescata al mundo a través de su Hijo, Jesucristo.
(18:8) La ley del Señor, inmaculada(c), convirtiendo almas; el testimonio del Señor, fiel, instruyendo pequeñuelos.
Dicha de los buenos Bienaventurado el varón el que no anduvo en consejo de impíos; y en camino de pecadores no paró; y en asiento de pestes(a) no se sentó; sino que en la ley del Señor, su voluntad; y en su ley meditará día y noche.
Y no se apartará el libro de esta ley de tu boca; y meditarás en él día y noche, para que sepas hacer todo lo escrito en ella; entonces bien te encaminarás y bien caminarás tus caminos, y entonces acertarás.
Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿por obras de ley el Espíritu habéis recibido o por oído de fe?
El decálogo Y habló Señor todas estas palabras, diciendo: «Yo soy Señor tu Dios, quien te ha sacado de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No habrá para ti otros dioses que yo. No te harás ídolo ni imagen alguna de lo del cielo arriba, y de lo de la tierra abajo, y de lo de las aguas debajo de la tierra. No los adorarás ni les servirás; que yo soy Señor tu Dios, Dios celador, vengando los pecados de los padres en los hijos(a) hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian; y haciendo misericordia hasta millares(b) a los que me aman y guardan mis ordenaciones. No tomarás el nombre de Señor tu Dios en vano(c); pues no dejará impune Señor tu Dios al que tomare su nombre en vano. Acuérdate del día sábado para santificarlo; seis días trabajarás y harás todas tus obras; pero el día el séptimo es sábado para Señor Dios; no harás en él obra alguna, tú, y tu hijo, y tu hija, tu siervo y tu sierva, tu bestia, y el advenedizo el habitante contigo. Pues en seis días hizo Señor el cielo, y la tierra y el mar y todo lo en ellos; y reposó el día el séptimo; por esto bendijo Señor el día el séptimo y santificólo. Honra a tu padre y a tu madre para que longevo(d) seas sobre la tierra la buena que Señor tu Dios te dará. No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No atestiguarás contra tu prójimo testimonio falso. No codiciarás a la mujer de tu prójimo; no codiciarás la casa de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni sus asnos, ni todo lo que es de tu prójimo».
Y dijo Señor a Moisés: «Sube a mí, al monte, y estate allí, y te daré las tablas, las lapídeas: la ley y los mandamientos que he escrito para legislarles».
Pues, cuantos sin ley pecaron, sin ley también perecerán; y, cuantos en ley pecaron, por ley juzgados serán;
Pues toda la ley en una palabra cumplida está: en la de: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
(Salmo 77) Dios guiando a Israel, hasta David (De inteligencia para Asaf) Atended, pueblo mío, a mi ley; inclinad vuestra oreja a las palabras de mi boca.
Si escuchares los mandamientos del Señor, tu Dios, que yo te mando hoy, de amar al Señor, tu Dios, andar en todos sus caminos y guardar sus mandamientos, y sus preceptos y sus juicios; viviréis y mucho seréis, y te bendecirá el Señor, tu Dios, en toda la tierra a que vas allí para poseerla.
Y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma y de toda tu fuerza. Y estarán estas palabras que yo te mando hoy, en tu corazón y en tu alma; y las inculcarás a tus hijos; y hablarás en ellas, sentado en tu casa y andando en el camino, y acostándote y levantándote;
Y leyeron en el libro de la ley de Dios; y enseñaba Esdrás, y explicó en ciencia del Señor; y entendió el pueblo en la lectura.
Puesto que por obras de ley no se justificará toda carne a faz de él; pues, por ley, conocimiento de pecado.
Y la ley añadióse para que abundase la caída(g); y, donde abundó el pecado, superabundó la gracia; para que, así como reinó el pecado en la muerte, así también la gracia reinara por justicia en vida eterna por Jesucristo, nuestro Señor.
(Salmo 118) Excelencias de la divina ley. (Aleluya) Bienaventurados los intachables en camino, los que andan en ley del Señor. Bienaventurados los que escudriñan sus testimonios; en todo corazón le buscan;
Quien aparta la oreja para no oír la ley, también él mismo su oración ha hecho abominable.
Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras del Señor y las justicias(a), y respondió todo el pueblo a una voz, diciendo: «Todas las palabras que ha hablado Señor, haremos».
Pero el fruto del espíritu es: caridad, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, continencia, (temperancia, castidad). Contra las cuales cosas no es la ley.
pues la ley por medio de Moisés fue dada; la gracia y la verdad por medio de Jesucristo ha sido.
Bendiciones. Maldiciones. Y será: si con oído oyeres la voz del Señor, tu Dios, para guardar y hacer todos estos mandamientos que yo te mando hoy; te pondrá el Señor, tu Dios, por cima de todas las gentes de la tierra;
Oídme, oídme, pueblo mío, y los reyes a mí escuchad; pues ley de mí saldrá; y mi juicio, para luz de gentes.
¿Qué, pues, diremos? ¿La ley, pecado (es)? ¡No sea! empero el pecado no conocí, sino por ley. Pues que la concupiscencia no supiera yo, si la ley no dijese: «No codiciarás».
Así que la ley, ayo hízose hacia Cristo, para que por fe fuésemos justificados. Pero, venida la fe, ya no bajo ayo estamos.
«No creáis que he venido a derogar la ley o los profetas; no he venido a derogar sino a cumplir(c). Pues, en verdad os digo que hasta que pasare el cielo y la tierra, jota(d) alguna o tilde alguna no pasará, no, de la ley, hasta que todo se haga.
(18:8) La ley del Señor, inmaculada(c), convirtiendo almas; el testimonio del Señor, fiel, instruyendo pequeñuelos. (18:9) Las justicias del Señor, rectas, alegrando al corazón; el mandamiento del Señor, centelleante, iluminando ojos. (18:10) El temor del Señor, casto, permaneciendo por siglo de siglo; los juicios del Señor, verdaderos, justificados en sí mismos, (18:11) deseables sobre oro y piedra preciosa mucha, y más dulces sobre miel y panal. (18:12) Pues también tu siervo los guarda; en guardarlas, galardón mucho.
Y ahora, Israel ¿qué te pide el Señor, sino que temas al Señor, tu Dios y andes en todos sus caminos, y le ames y sirvas al Señor, tu Dios, de todo tu corazón y de toda tu alma; que guardes los mandamientos del Señor, y los preceptos, cuantos te mando hoy, para que bien te vaya?
Y en esto conocemos que le hemos conocido: si sus mandamientos guardamos. El que dice: que «le he conocido», y sus mandamientos no guarda, mendaz es; y en éste la verdad no está;
Porque éste(b) el pacto que pactaré con la casa de Israel, después de aquellos días, dice Señor: dando mis leyes en su mente también en su corazón inscribirélas,(c) y seréles en Dios, y ellos seránme en pueblo.
Y él le dijo: «Amarás al Señor tu Dios en todo tu corazón y en toda tu alma y en toda tu mente. Este es el grande y primero mandamiento. El segundo, semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos toda la ley pende y los profetas».
A nadie nada debáis, sino unos a otros amaros. Que quien ama al otro, ley ha cumplido; pues el «no adulterarás, no matarás, no hurtarás, (no jurarás falso) no codiciarás»; y, si algún otro mandamiento(d), en esta palabra se recapitula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor(e), al prójimo mal no hace; plenitud, pues, de ley el amor.
Pero, el que escudriña la ley perfecta, la de libertad(l), y persevera, no oidor de olvido(m) hecho, sino hacedor de obra, éste, bienaventurado en su hacer será.
Pues, cuantos de obras de ley son, bajo maldición están. Pues escrito está: que maldito todo el que no permanece en todo lo escrito en el libro de la ley, para hacerlo.
Dicha de los buenos Bienaventurado el varón el que no anduvo en consejo de impíos; y en camino de pecadores no paró; y en asiento de pestes(a) no se sentó; sino que en la ley del Señor, su voluntad; y en su ley meditará día y noche. Y será como el leño, el plantado junto a las corrientes de las aguas; el que su fruto dará a su tiempo, y su hoja no caerá(b), y todo cuanto hiciere, prosperará.
No estarás con los muchos en malicia; no te juntarás con la muchedumbre a desviarte con los muchos, hasta excluir el juicio.
Y no se vengue tu mano; y no te airarás contra los hijos de tu pueblo; y amarás a tu prójimo como a ti mismo: yo soy Señor.
así los que, abandonando la ley, encomian la impiedad; y los que aman la ley, alzan en torno suyo, muralla.
Cristo expió en la cruz todos los pecados Pues, sombra teniendo la ley, de los venideros bienes, no la imagen misma de las cosas, cada año(a) con las mismas hostias que ofrecen perennemente, jamás pueden a los que se allegan, perfeccionar;
«¡La ley y los profetas, hasta Juan!; desde entonces el reino es evangelizado, y cada cual a él se esfuerza(h).
Pues lo imposible de la ley(a), en lo que flaqueaba por la carne(b) —Dios, a su Hijo enviando en semejanza de carne de pecado; y por pecado condenó el pecado en la carne; a fin de que la justicia(c) de la ley se cumpliese en nosotros, los que, no según carne caminamos, sino según espíritu.
Y guardaréis sus mandamientos y sus juicios, cuantos yo te mando hoy, para que bien te vaya y a tus hijos después de ti, a fin de que longevos seáis sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te da, todos los días».
Y no quites, de mi boca, palabra de verdad por siempre jamás; que en tus juicios grandemente he esperado.
Quien, por tanto, quebrantare uno de estos mandamientos, de los más pequeños, y enseñare así a los hombres, el más pequeño será llamado en el reino de los cielos; pero, el que hiciere y enseñare, ése grande será llamado en el reino de los cielos.
a los sin ley(f) como sin ley; y no siendo yo sin ley de Dios, sino con ley de Cristo, para ganar los sin ley;
y, sabiendo que no se justifica el hombre por obras de ley, sino por la fe de Cristo Jesús, también nosotros en Jesucristo hemos creído, para ser justificados por fe de Cristo, y no obras de ley; porque, por obras de ley, no será justificada toda carne.
porque no los oidores de ley, justos ante Dios, sino los hacedores de ley justificados serán.
Pues, quienquiera que toda la ley guardare, pero ofendiere en una cosa, ha sido de todas hecho reo.
Y, sentándose en el trono de su reino, se escribirá este Deuteronomio en libro, ante los sacerdotes, los levitas; y lo tendrá consigo y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer al Señor, su Dios y a guardar todos estos mandamientos, y estos preceptos a hacer; para que no se levante su corazón sobre sus hermanos, para que no se desvíe de los mandamientos a diestra o siniestra, a fin de que mucho viva en su reino, él y sus hijos, en los hijos de Israel.
Y él respondiendo, díjoles: «¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?
Y mandónos el Señor hacer todos estos preceptos, temer al Señor, nuestro Dios, para que bien nos vaya todos los días; para que vivamos, al modo que hoy.
borrando la a nosotros adversa escritura(b) con los decretos, que nos era contraria; y, quitándola del medio, clavóla en la cruz;
Quien desprecia una cosa, despreciado será por ella; y el que teme mandamiento(e) ése sano es. A hijo doloso ninguna cosa habrá buena; y al criado sabio prósperos serán los negocios, y enderezado será su camino.
Todo, pues, cuanto quisiereis que a vosotros hagan los hombres, así también vosotros hacedles; que ésta es la ley y los profetas.»
los cuales, la justicia de Dios conociendo: que los que tales cosas hacen, dignos de muerte son; no sólo las hacen, sino también asienten a los obrantes.
Bendiciones. Maldiciones. Y será: si con oído oyeres la voz del Señor, tu Dios, para guardar y hacer todos estos mandamientos que yo te mando hoy; te pondrá el Señor, tu Dios, por cima de todas las gentes de la tierra; y vendrán sobre ti todas estas bendiciones y te alcanzarán; si con oído oyeres la voz del Señor, tu Dios,
Principio de tus palabras, verdad, y, por el siglo, todos los juicios de tu justicia.
¿Qué, pues, la ley? Por causa de las transgresiones(g) fue añadida,(h) hasta que viniese la simiente a quien se había prometido(i), establecida por ángeles en mano de mediador(j).
Pero si en el Espíritu de Dios yo lanzo los demonios, por cierto ha llegado a vosotros el reino de Dios.
Pues, cuando gentes las que ley no teniendo, por naturaleza lo de la ley hacen, éstos, ley no teniendo, para sí mismos son ley; (los cuales manifiestan el hecho de la ley escrito en sus corazones, testificando con ellos la conciencia, y, entre sí los pensamientos acusando o también defendiendo),
Si a la verdad ley cumplís regia, según la escritura: (Lev.19,18.) Amarás a tu prójimo como a ti mismo; bellamente hacéis;
y su justicia sobre hijos de hijos; para los que guardan su testamento. y se acuerdan de sus mandamientos para hacerlos.
Pues ley en auxilio ha dado, para que digan: «No como esta palabra, por la cual no hay dádivas(k) que dar —por ella—».
Y escribió Moisés las palabras de esta ley en libro y diole a los sacerdotes los hijos de Leví, a los que llevan el arca de la alianza del Señor, y a todos los ancianos de los hijos de Israel. Y mandóles Moisés en aquel día, diciendo: «Después de siete años, en tiempo del año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos; cuando se junta todo Israel a comparecer ante la faz del Señor, vuestro Dios, en el lugar que eligiere el Señor; leeréis esta ley delante de todo Israel a las orejas de ellos; congregando al pueblo, a los hombres y las mujeres y los hijos, y el advenedizo, el en vuestras ciudades, para que oigan y para que aprendan al Señor, vuestro Dios; y oirán, para hacer todas las palabras de esta ley: Y sus hijos, los que no saben, oirán y aprenderán a temer al Señor tu Dios todos los días cuantos ellos vivieren sobre la tierra, a la que pasáis el Jordán, para allí heredarla.»
Exhortación a la justicia. Solaz para los gentiles. Los malos pastores. Esto dice el Señor: «Guardad juicio y haced justicia; pues cerca está mi salud para llegar y mi misericordia para revelarse.
Continúa la exhortación a la sabiduría Hijo, mis leyes no olvides; y mis palabras observe tu corazón; que largura de edad, y años de vida, y la paz te conciliarán.
En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: cuando a Dios amamos, y sus mandamientos hacemos. Pues éste es el amor de Dios: que sus mandamientos guardemos y sus mandamientos pesados no son;
Que no es el reino de Dios comida y bebida, sino justicia, y paz, y gozo en Espíritu Santo;
(18:9) Las justicias del Señor, rectas, alegrando al corazón; el mandamiento del Señor, centelleante, iluminando ojos.
Pues vosotros a libertad habéis sido llamados, hermanos; sólo que no(c) la libertad en ocasión a la carne; empero por la caridad servíos unos a otros.
ni, en conminación tuya, los montes trastrocar; ni tus colinas serán removidas; así ni la de mí para contigo misericordia desfallecerá; ni la alianza de tu paz no será quitada, no; porque dijo «Propicio(b) a ti, Señor(c)».
La palabra del Cristo inhabite en vosotros ricamente, en toda sabiduría, enseñando y (Cor. 10,31.) amonestándoos, con salmos, himnos y cantares espirituales, en la gracia cantando, en vuestros corazones, a Dios. Y todo lo que hiciereis en palabra o en obra, todo, en nombre de Señor Jesucristo; agradeciendo al Dios y Padre, mediante él.
Obediencia a la autoridad Toda alma a potestades superiores sométase. Que no hay potestad sino de Dios; y las que son, de Dios ordenadas son. Así que el que resiste a la potestad, a la de Dios ordenación se opone; y los que se oponen, a sí mismos condenación cogerán.
Todo me es lícito(g), empero no todo conviene; todo me es lícito, empero no yo dominado seré de alguno.
Pues viviente, el verbo de Dios y eficaz, y cortante sobre toda cuchilla bifauce(e); y, pasando hasta la división del alma y espíritu, así de articulaciones como de médulas, y discernidor de intentos y pensamientos de corazón;
Fin de la palabra, el todo, oye: a Dios teme y sus mandamientos guarda; que esto, todo el hombre. Pues todo lo hecho al par Dios llevará a juicio, en todo lo inadvertido(r), sea bueno y sea malo.
Decidme, los que bajo ley queréis estar: ¿la ley no oís? Pues escrito está que Abrahán dos hijos tuvo: uno de la sierva y uno de la libre. Empero el de la sierva según carne nació; pero el de la libre, por la promesa. Lo que es alegórico. Que éstos son dos testamentos: el uno ciertamente del monte Sinaí, para servidumbre engendrado, cual es Agar(i).
Cristo medianero por su sangre Tenía, por cierto, también la primera prescripciones de culto y el santuario mundano(a). pues tabernáculo fue dispuesto, el primero, en el cual(b), y el candelabro, y la mesa y la proposición de los panes; el cual se dice el santo.
Pero vosotros, linaje escogido, regio sacerdocio, gente santa, pueblo de adquisición(b); para que las virtudes anunciéis del que os ha llamado de tinieblas a su maravillosa luz;
pues todos pecaron y carecen(g) de la gloria de Dios; justificándose gratuitamente por su gracia, por la redención la en Cristo Jesús;
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