La ofrenda es la acción de dar, la ofrenda es agradable ante los ojos de nuestro Dios. Cuando preparas tu ofrenda a Dios debes tomar en cuenta que debe ser lo mejor que tengas y sobre todo hacerlo con la mejor intención de corazón, debe ser gozoso y alegres pues Dios nos ha dado muchísimo más y aun cuando no lo merecemos, Dios ha bendecido en abundancia. Si das solamente lo que te sobra, ya sabes que la vida va a ser igual de generosa contigo. Debemos dar como si fuera para nosotros mismos, no con obligación ni tampoco para que nos sea devuelto. Debemos dar sin alardear, no buscando que se nos alabe por hacerlo. No debe saber nuestra mano izquierda lo que haga nuestra derecha. Nuestro señor ama al que da alegremente, porque Él conoce nuestros corazones. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. (2 corintios 9:7) Ofrendar es dar como señal de adoración parte de lo que Dios nos dio primero. Cuando Dios da, lo hace de forma abundante y generosa. Así que cuando ofrendas de corazón abres las puertas para que Dios nos dé de forma sobreabundante. Mientras más das, más recibes.
mi arco pondré en la nube, y será para señal del pacto entre mí y la tierra. Y será: nublando yo con nubes la tierra, aparecerá el arco mío en la nube, y recordaré el pacto mío con vos y toda alma viviente en toda carne.
En aquel día pactó Dios pacto con Abram, diciendo: «A la simiente tuya daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, Eufrates:
Y pondré mi alianza entre mí y ti y entre la simiente tuya, después de ti por generaciones de ellos, por alianza sempiterna. Y daré a ti y a la simiente tuya, después de ti, la tierra que habitas: toda la tierra de Canaán para posesión eterna; y seréles Dios».
Y ahora, si con oído oyereis mi voz y guardareis mi testamento, seréis mi pueblo príncipe de todos los pueblos; que mía es toda la tierra, y vosotros soisme real sacerdocio y gente santa». Estas palabras dirás a los hijos de Israel».
Y, tomando el libro de la alianza, leyó en las orejas del pueblo, y dijeron: «Todo lo que ha hablado Señor, haremos y obedeceremos». Y, tomando Moisés la sangre, esparció sobre el pueblo y dijo: «He aquí la sangre de la alianza que ha hecho Señor con vosotros, sobre todas estas palabras».
Y miraré por vosotros y os acrecentaré y os multiplicaré y afianzaré mi pacto con vosotros; y comeréis añejo y añejo de añejo; y lo añejo, de la faz de lo nuevo, sacaréis fuera; Y pondré mi tabernáculo en medio de vosotros y no os desechará mi alma; y caminaré en medio de vosotros, y veré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo.
Y conocerás que el Señor, tu Dios, éste es Dios, Dios fiel, el que guarda alianza y misericordia para con los que le aman y los que guardan sus mandamientos, por millares de generaciones;
No por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón, entrarás a poseer su tierra; sino por la impiedad de estas gentes, el Señor las exterminará de delante de tu faz, y para confirmar la alianza que juró el Señor a nuestros padres: a Abrahán, y a Isaac y a Jacob.
Y cuidaréis de hacer todas las palabras de esta alianza, para que entendáis todo cuanto hiciereis.
He aquí he puesto ante tu faz hoy la vida y la muerte, lo bueno y lo malo. Si escuchares los mandamientos del Señor, tu Dios, que yo te mando hoy, de amar al Señor, tu Dios, andar en todos sus caminos y guardar sus mandamientos, y sus preceptos y sus juicios; viviréis y mucho seréis, y te bendecirá el Señor, tu Dios, en toda la tierra a que vas allí para poseerla.
Acordóse por el siglo, de su alianza (palabra que ha mandado por mil generaciones; la que pactó con Abrahán) y de su juramento a Isaac; y púsola a Jacob por precepto y a Israel por alianza eterna,
ni, en conminación tuya, los montes trastrocar; ni tus colinas serán removidas; así ni la de mí para contigo misericordia desfallecerá; ni la alianza de tu paz no será quitada, no; porque dijo «Propicio(b) a ti, Señor(c)».
Que soy el Señor el que amo justicia y aborrece rapiñas de injusticia; y daré el trabajo de ellos a los justos; y pacto eterno pactaré con ellos.
He aquí días vienen, dice el Señor, y pactaré con la casa de Israel y la casa de Judá pacto nuevo; no según el pacto que pacté con sus padres, en el día que cogí la mano de ellos, para sacarlos de la tierra de Egipto; pues ellos no permanecieron en mi pacto, y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. Pues éste, mi pacto, que pactaré con la casa de Israel: «Después de aquellos días, dice el Señor, dando daré mis leyes en la mente de ellos; y en su corazón las escribiré, y seréles su Dios, y ellos seránme mi pueblo. Y no enseñarán cada uno a su ciudadano, y cada uno a su hermano, diciendo: «Conoce al Señor»; pues todos me entenderán, de pequeño de ellos a grande de ellos; pues propicio seré con sus injusticias; y de sus pecados no me acordaré, no, ya.
Y pactaré a David, un pacto de paz; y aniquilaré bestias malas de la tierra, y habitarán(b) en el desierto, y dominarán en las sierras.
y os daré corazón nuevo, y espíritu nuevo daré en vos; y quitaré el corazón el lapídeo de vuestra carne; y os daré corazón cárneo. Y mi espíritu daré en vos, y haré que en mis justificaciones andéis, y mis juicios guardéis y hagáis.
Mi pacto era con él(b) de la vida y de la paz; y le di que en temor me temiera, a la faz de mi nombre le(c) enviara.
ésta es mi sangre del (nuevo) testamento; la que por muchos es derramada en remisión de pecados.
Y el cáliz así mismo, después de cenar, diciendo: «Este cáliz(e) el nuevo testamento; en mi sangre, la que por vosotros es derramada.
Pero ahora más excelente ha recibido ministerio, cuanto también de una mejor es alianza medianero; la cual sobre mejores promesas ha sido instituida. Pues, si aquella primera hubiese sido intachable, no de segunda se buscara lugar.
Y por esto de alianza nueva medianero es; para que, muerte viniendo en redención de las bajo el primer testamento transgresiones, la promesa recibiesen los llamados, de la eterna herencia.
(Jer. 31,33.) Este, el testamento que testaré con ellos, después de aquellos días, dice Señor: «Dando leyes mías en su corazón; y en su mente las escribiré. y de sus pecados y de sus iniquidades no me acordaré, no, ya».
Historia de Abrahán Y dijo Dios a Abram: «Sal de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre; y ven a la tierra que te mostraré. Y te haré en gente grande; te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás bendito. Bendeciré a los que te bendicen; y a los que te maldicen, maldeciré, y benditas serán en ti todas las tribus de la tierra».
Promesa de Isaac Y era Abram de noventa y nueve años, y aparecióse Señor a Abram, y díjole: «Yo soy el Dios omnipotente; camina a faz mía y hazte perfecto. Y pondré mi alianza entre mí y ti, y te multiplicaré sobremanera».
«Por mí mismo he jurado, dice Señor: por esto porque no perdonaste a tu hijo unigénito, por mí, te bendeciré y multiplicaré(d) la simiente tuya como las estrellas del cielo y como la arena la que en la orilla del mar; y heredará tu simiente las ciudades de sus enemigos, y serán benditas en tu simiente todas las gentes de la tierra, por esto, porque obedeciste mi voz».
Y dijo Señor a Moisés: «Escríbete estas palabras; que con estas palabras pacto alianza contigo y con Israel». Y estuvo allí Moisés delante de Señor cuarenta días y cuarenta noches; y pan no comió y agua no bebió; y escribió estas palabras en las tablas de la alianza; las diez palabras.
Señor, vuestro Dios, ha pactado con vosotros pacto en Horeb. No con vuestros padres pactó el Señor este pacto, sino con nosotros; nosotros los aquí todos hoy.
la que pactó con Abrahán) y de su juramento a Isaac; y púsola a Jacob por precepto y a Israel por alianza eterna,
Epinicio al Mesías glorioso Señor Dios, te glorificaré; cantaré tu nombre, porque has hecho admirables cosas: decreto antiguo verdadero; ¡sea!
Pero él fue herido por nuestros pecados, y enfermo está por nuestras iniquidades; enseñanza(e) de paz nuestra sobre él; con el cardenal de él nosotros fuimos sanos.
y pactaré con ellos pacto de paz; pacto sempiterno será con ellos; y pondré mi santuario en medio de ellos por el siglo;
«No creáis que he venido a derogar la ley o los profetas; no he venido a derogar sino a cumplir(c). Pues, en verdad os digo que hasta que pasare el cielo y la tierra, jota(d) alguna o tilde alguna no pasará, no, de la ley, hasta que todo se haga.
Pues no por ley la promesa a Abrahán o a su simiente: de que heredero él sería del mundo, sino por justicia de fe.
Hermanos, según hombre(d) digo. Sin embargo, de hombre(e) un sancionado testamento, nadie invalida o sobreañade. Pero a Abrahán dichas fueron las promesas y a la simiente de él. No dice: «Y a las simientes», como(f) de muchos, sino como de uno: «Y a tu simiente; el que es Cristo.
Y, si vosotros de Cristo, luego de la de Abrahán simiente sois, según promesa herederos.
Esto dice el Señor a los eunucos cuantos guardaren mis sábados y eligieren lo que yo quiero y retuvieren mi testamento: daréles, en mi casa y en mi muro, sitio nombrado, mejor que de hijos e hijas; nombre eterno daréles, y no desfallecerá.
Y seráos este día en memorial, y celebraréisle fiesta a Señor en todas vuestras generaciones; legítimo, sempiterno lo celebraréis.
Y dijo Señor: «He aquí yo pacto alianza: a faz de todo tu pueblo haré maravillas que no ha habido en toda la tierra y en toda gente; y verá todo el pueblo entre quienes estás, las obras de Señor, que pasmosas son las que te haré.
Guardáos; no olvidéis el pacto del Señor, nuestro Dios, lo que ha pactado con vosotros, y no prevariquéis, y os hagáis esculpida figura de todo lo que te ha vedado el Señor, tu Dios; porque el Señor, tu Dios, fuego consumidor es, un Dios celoso.
Y será: cuando oyereis estos preceptos y los guardareis e hiciereis, te guardará también el Señor, tu Dios, la alianza y la misericordia, que juró a tus padres; y te amará, y bendecirá y multiplicará; y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra: tu trigo, y tu vino, y tu aceite; las crías de tus vacas y las greyes de tus ovejas en la tierra, que juró el Señor a tus padres darte.
Te levantará el Señor para sí pueblo santo; del modo que juró a tus padres, si oyeres la voz del Señor, tu Dios, y anduvieres en todos sus caminos; y te verán los pueblos de la tierra que el nombre del Señor ha sido invocado sobre ti y temeránte.
(24:11) Todos los caminos del Señor, misericordia y verdad para los que buscan su testamento y sus testimonios(c).
Así dice el Señor: «En tiempo acepto te escuché y en día de salud auxiliádote y plasmádote y dádote en testamento de gentes, para disponer la tierra y heredar heredades desiertas;
Pues éste, mi pacto, que pactaré con la casa de Israel: «Después de aquellos días, dice el Señor, dando daré mis leyes en la mente de ellos; y en su corazón las escribiré, y seréles su Dios, y ellos seránme mi pueblo.
Y recordaré yo mi alianza, la contigo en días de tu infancia; y te suscitaré alianza eterna.
No todos los judíos se endurecieron Digo, pues: ¿Acaso ha repelido Dios a su pueblo? ¡No sea! que también yo israelita soy, de simiente de Abrahán, tribu de Benjamín. No ha repelido Dios a su pueblo, al que preconoció(a). ¿O no sabéis, en Elías, qué dice la escritura: cómo interpela a Dios contra Israel?:
Pues, tachándoles, dice: (Jer. 31,31-34.) He aquí días vienen, dice Señor y consumaré sobre la casa de Israel y sobre la casa de Judá alianza nueva; no según la alianza que hice a los padres de ellos un día que tomé yo la mano de ellos para sacarles de tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi alianza, y yo les desprecié, dice Señor. Porque éste(b) el pacto que pactaré con la casa de Israel, después de aquellos días, dice Señor: dando mis leyes en su mente también en su corazón inscribirélas,(c) y seréles en Dios, y ellos seránme en pueblo.
Genealogía de Cristo Libro de generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham; Abraham engendró a Isaac, e Isaac engendró a Jacob; y Jacob engendró a Judas y sus hermanos; y Judas engendró a Farés y Zará de Tamar; y Farés engendró a Esrom; y Esrom engendró a Aram; y Aram engendró a Aminadab; y Aminadab engendró a Naasom; y Naasom engendró a Salmón; y Salmón engendró a Boós de Rahab; y Boós a Jobed de Rut; y Jobed engendró a Jesaí; y Jesaí engendró a David, el rey. Y David engendró a Salomón de la de Urías; y Salomón engendró a Roboam; y Roboam engendró a Abías; y Abías engendró a Asaf; y Asaf engendró a Josafat; y Josafat engendró a Joram; y Joram engendró a Ozías; y Ozías engendró a Joatam; y Joatam engendró a Acaz; y Acaz engendró a Ezequías; y Ezequías engendró a Manasés; y Manasés engendró a Amós; y Amós engendró a Josías; y Josías engendró a Jeconías y sus hermanos en la transmigración de Babilonia. Y después de la transmigración de Babilonia. Jeconías engendró a Selatiel; y Selatiel engendró a Zorobabel; Zorobabel engendró a Abiud; y Abiud engendró a Eliaquín; y Eliaquín engendró a Azor; y Azor engendró a Sadoc; y Sadoc engendró a Aquim; y Aquim engendró a Eliut; y Eliut engendró a Eleazar; y Eleazar engendró a Matán; y Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María; de la cual nació Jesús, el llamado Cristo. Todas las generaciones, pues, desde Abraham hasta David, generaciones catorce; y desde David hasta la transmigración de Babilonia, generaciones catorce; y desde la transmigración de Babilonia, hasta el Cristo, generaciones catorce;
para hacer misericordia con nuestros padres y recordar testamento(r) santo suyo, juramento que juró Abrahán, padre nuestro, el darnos.
Vosotros sois los hijos de los profetas y del pacto que Dios pactó con nuestros padres, diciendo a Abrahán: «Y en tu simiente benditas serán todas las familias de la tierra».
los que son israelitas; de quienes, la adopción, y la gloria; y la alianza, y la legislación, y el culto y las promesas; de quienes, los padres, y de quienes, el Cristo, en cuanto a la carne. El que, sobre todas las cosas, Dios, bendito por los siglos; amén.
Pues cuantas promesas(g) de Dios en él, el «Sí»; por lo cual también por él, el «Amén»(h); a Dios para gloria por(i) nosotros.
Pues, cuantos de obras de ley son, bajo maldición están. Pues escrito está: que maldito todo el que no permanece en todo lo escrito en el libro de la ley, para hacerlo. Y, que en ley nadie es justificado ante Dios, claro(b); porque el justo de fe vivirá; pero la ley no es de fe, sino el que lo(c) hiciere, vivirá en ello. Cristo nos rescató de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; pues escrito está que: Dt. 21,23. maldito todo el suspendido de leño; a fin de que para las gentes la bendición de Abrahán se hiciera en Jesucristo; a fin de que la promesa del Espíritu recibamos por la fe.
Cristo medianero por su sangre Tenía, por cierto, también la primera prescripciones de culto y el santuario mundano(a).
esto mostrando el Espíritu el santo: no haberse aún manifestado la del santuario vía, mientras el primer tabernáculo tiene consistencia; lo que(f) parábola para el tiempo el presente(g), según la cual, y dádivas y hostias se ofrecen que no pueden, cuanto a conciencia, perfeccionar el cultor,
y el Señor te ha elegido hoy para serle pueblo peculiar, según, dijo, guardes sus mandamientos;
(147:8) El que anuncia su palabra a Jacob; sus determinaciones y juicios a Israel. (147:9) No ha hecho así con toda gente; y sus juicios manifestádoles.
Y he aquí el Señor estaba apoyado en ella; y dijo: «Yo el Señor el Dios de Abrahán tu padre y el Dios de Isaac: la tierra en que duermes, te daré y a tu simiente. Y será tu simiente como el polvo de la tierra, y te delatarás hacia la mañana y la tarde, y la medianoche y el mediodía; y benditas serán en ti todas las tribus de la tierra, y en la simiente tuya. Y he aquí yo contigo, guardándote, en todo camino que anduvieres, y te retornaré a esta tierra; pues no te abandonaré hasta hacer yo todo lo que he hablado».
Y dijo Dios a Abrahán: «Sí; Sara tu mujer te parirá hijo, y llamarás su nombre Isaac(f); y pondré mi alianza con él en alianza eterna.
Conjúroos hoy por el cielo y la tierra: la vida y la muerte he puesto ante vuestra faz, la bendición y la maldición; elige la vida tú, para que vivas tú y tu simiente; para que ames al Señor, tu Dios, escuches su voz y adhieras a él, que esto es tu vida y la largura de tus días; porque habites sobre la tierra, que juró el Señor a tus padres: Abrahán, e Isaac y Jacob, darles.
(77:74) y eligió la tribu de Judá: el monte de Sión, a quien amó. (77:75) Y edificó, cual unicornio(o), su santuario; en la tierra fundamentólo por el siglo.
Y éste para ellos el de parte mía testamento, dijo el Señor: el espíritu, el mío, que está en ti, y las palabras que he dado en tu boca, no desfallecerán, no, de tu boca y de la boca de tu simiente; pues dijo el Señor desde ahora y por el siglo.
y yo, el Señor, seréles su Dios, y David, su príncipe en medio de ellos. Yo, el Señor, he hablado.
Y dígoos: no beberé, no, desde ahora de este germen de la vid, hasta aquel día que le beberé con vosotros nuevo en el reino de mi Padre».
«Bendito, Señor, el Dios de Israel; pues ha visitado y hecho redención a su pueblo y alzó cuerno(q) de salvación a nosotros, en casa de David, niño suyo;
Pues para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos y para todos los a lo lejos, a cuantos hubiere a sí llamado Señor, el Dios de nosotros».
Que no hay distinción, y de judío y de heleno; pues el mismo Señor de todos, que es rico para con todos los que le invocan. Que todo el que invocare el nombre del Señor, se salvará.
Pero vosotros, linaje escogido, regio sacerdocio, gente santa, pueblo de adquisición(b); para que las virtudes anunciéis del que os ha llamado de tinieblas a su maravillosa luz;
Y estableceré mi pacto con vosotros: que no perecerá toda carne ya, por las aguas del diluvio, y no habrá ya diluvio de aguas para perder la tierra».
y hablóle Dios, diciendo: «Yo soy —he aquí mi alianza contigo: y serás padre de muchedumbre de gentes. Ni se llamará ya tu nombre: Abram, sino que será Abrahán(a) tu nombre; pues padre de muchas gentes te he constituido.
se acordará, por el siglo, de su testamento, el poder de sus obras anunciará a su pueblo;
(145:5) el que guarda verdad por el siglo; hace juicio a los agraviados; da sustento a los hambrientos.
Por esto él heredará a muchos, y de los fuertes repartirá despojos; por cuanto fue entregada a muerte su alma, y entre los inicuos fue contado; y él pecados de muchos sobrellevó, y por las iniquidades de ellos entregado fue.
«Así dice el Señor: «Si nula hiciereis mi alianza, la con el día, y mi alianza, la con la noche, de modo que no hubiera día y noche en tiempo de ellos; también mi alianza nula será con David, mi siervo, de modo que no haya, de él hijo reinando sobre su trono, y con los levitas y los sacerdotes, ministros míos.
Y les daré corazón, otro; y espíritu nuevo les daré; y sacaré el corazón el lapídeo de su carne y les daré corazón cárneo;
Por esto por fe(e), para que según gracia, para que sea firme la promesa a toda la simiente, no al de ley solamente, sino también al de fe de Abrahán; quien es padre de todos nosotros,
Hermanos, según hombre(d) digo. Sin embargo, de hombre(e) un sancionado testamento, nadie invalida o sobreañade.
pero, cuando vino la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, hecho de mujer, hecho bajo ley; para que los bajo ley redimiese; para que la filiación recibiésemos.
«No creáis que he venido a derogar la ley o los profetas; no he venido a derogar sino a cumplir(c).
(Jer. 31,33.) Este, el testamento que testaré con ellos, después de aquellos días, dice Señor: «Dando leyes mías en su corazón; y en su mente las escribiré.
Y dijo Señor a Moisés: «Escríbete estas palabras; que con estas palabras pacto alianza contigo y con Israel».
por haber amado él a tus padres, eligió también su simiente después de ellos: a vosotros; y te sacó él en su fortaleza, la grande, de Egipto; para exterminar gentes grandes y más fuertes que tú, ante tu faz; para sacarte a darte la tierra de ellas, en posesión, según estás hoy.
Si abandonaren sus hijos mi ley, y en mis juicios no anduvieren; si mis justificaciones profanaren, y mis mandamientos no guardaren; visitaré, en vara, sus iniquidades, y, en azotes, sus pecados.
Acuérdate de tus conmiseraciones, y tus misericordias que desde el siglo son. Los pecados de mi juventud y las ignorancias no rememores. (24:8) Según tu misericordia, acuérdate de mí, por tu bondad, Señor.
Y así(i) todo Israel se salvará, según está escrito: Is. 59.20. Llegará de Sión el que libertará, y apartará impiedades de Jacob. Y ésta para ellos la conmigo alianza, cuando quitare yo los pecados de ellos.
(Salmo 132) Concordia y paz. (Cantar de las gradas; para David) He aquí ahora ¿qué bello o qué grato, como habitar hermanos en uno?
al que percutió a Egipto con sus primogénitos, que por el siglo su misericordia; y sacó a Israel de en medio de ellos, que por el siglo su misericordia; en mano poderosa y en brazo excelso, que por el siglo su misericordia;
He aquí a mi Hijo a quien elegí, mi amado, en quien se ha complacido mi alma; pondré mi espíritu sobre él, y mi juicio a las gentes anunciará.
sabiendo que, no con corruptibles cosas, plata u oro, habéis sido redimidos de vuestra vana conversación paterno-tradicional, sino con la preciosa sangre, como de cordero inmaculado e incontaminado: Cristo;
Y el Señor quiere purificarle de la plaga; si diereis por pecado, vuestra alma verá simiente longeva; y quiere el Señor quitar del trabajo de su alma; mostrarle luz y plasmar con inteligencia, justificar a justo bien sirviendo a muchos; y los pecados de ellos él llevará.
Y, yendo, aprended qué es: «Misericordia quiero, y no sacrificio»; pues no he venido llamar a los justos, sino a los pecadores».
(21:29) Se acordarán y volverán al Señor todos los confines de la tierra; (21:30) y adorarán ante él todas las familias de las gentes.
Justificados, pues, por fe, paz tengamos para con Dios, por nuestro Señor Jesucristo; por el cual también el acceso hemos alcanzado a la fe por esta gracia, en que nos alzamos y gloriamos en esperanza de la gloria de Dios.
(85:14) Y tú, Señor Dios, conmiserador y misericordioso, longánimo y muy misericordioso y veraz;
Limosnas y fe no te falten y lígalas sobre tu cuello, y hallarás gracia; y provee lo hermoso a la faz del Señor y de los hombres.
Así dice el Señor: «En tiempo acepto te escuché y en día de salud auxiliádote y plasmádote y dádote en testamento de gentes, para disponer la tierra y heredar heredades desiertas; diciendo a los en cadenas: «Salid», y a los en las tinieblas: que sean descubiertos. En todos los caminos serán apacentados, y en todas sendas el pasto de ellos;
Y habitaréis sobre la tierra que di a vuestros padres; y me seréis mi pueblo, y yo os seré vuestro Dios.
load su nombre, que bueno el Señor; por el siglo su misericordia; y hasta generación y generación su verdad.
Y, lo bello haciendo, no desmayemos; que en el tiempo propio, segaremos, no desfalleciendo.
Memoria(b) hizo de sus maravillas, misericordioso y compasivo el Señor alimento(c) dio a los que le temían,
Que yo daré agua, en sed, a los que andan en lo inacuoso; pondré mi espíritu sobre tu simiente, y mis bendiciones sobre tus hijos;
Porque ira, en su indignación, y vida, en su voluntad. (29:6) A la tarde morará llanto; y al alba, alborozo.
«Pedid y se os dará; buscad, y hallaréis; golpead, y se os abrirá. Pues todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que golpea, se le abrirá.
Pues no me avergüenzo del Evangelio; pues la virtud de Dios es en salud a todo creyente: y a judío y a heleno. Pues, justicia de Dios en él se revela, de fe en fe(b), según está escrito: «Y el justo de fe vivirá».
Esto dice el Altísimo en alturas, habitando el siglo, Santo en santo(b), su nombre; Altísimo, en santos reposando; y a pusilánimes dando longanimidad, y dando vida a los del corazón quebrantados.
(18:8) La ley del Señor, inmaculada(c), convirtiendo almas; el testimonio del Señor, fiel, instruyendo pequeñuelos. (18:9) Las justicias del Señor, rectas, alegrando al corazón; el mandamiento del Señor, centelleante, iluminando ojos. (18:10) El temor del Señor, casto, permaneciendo por siglo de siglo; los juicios del Señor, verdaderos, justificados en sí mismos, (18:11) deseables sobre oro y piedra preciosa mucha, y más dulces sobre miel y panal.
Y el Dios de la paz, el que sacó de muertos al pastor de las ovejas, el grande, en sangre de testamento eterno, a nuestro señor Jesús; os perfeccione en todo bien, para hacer su voluntad, haciendo(e) en vosotros lo grato a faz de él, por Jesucristo; a quien la gloria por los siglos de los siglos, Amén.
y meditaba en tus mandamientos que has amado sobremanera; y levanté mis manos a tus mandamientos que has amado sobremanera y ejercitábame en tus determinaciones.
y delante de ángeles te tañeré. Adoraré hacia tu templo santo, y confesaré a tu nombre, (137:3) por tu misericordia y tu verdad, que has engrandecido sobre todo nombre, el santo tuyo.
No temas; que contigo soy; no yerro; pues yo soy tu Dios; que te he fortalecido, y ayudádote y asegurádote con la diestra la justa, mía.
(65:4) Venid, hijos, y ved las obras de Dios; temeroso en juicios sobre los hijos de los hombres;
Y, yendo Jesús de allí, vio a un hombre sentado en el telonio, llamado Mateo, y dícele: «Sígueme». Y, levantándose, siguióle. Y sucedió que, recostado él en la casa, he aquí muchos publicanos y pecadores, viniendo, se recostaron junto a Jesús y a sus discípulos.
ni profanaré, no, mi testamento; y lo que sale de mis labios, no derogaré, no. (88:35) Una vez(h) he jurado por mi santidad. ¿Si a David habré de mentir?
Pero(c) no como que se haya derribado la palabra de Dios. Pues no todos los de Israel, éstos, Israel;
Sedme testigos, y yo testigo (dice el Señor Dios) y el niño mío a quien elegí; para que conozcáis, y creáis y entendáis que yo soy; antes de mí, no hubo otro Dios, y, después de mí, no habrá.
(105:43) y acordóse de su testamento, y arrepintióse, según la muchedumbre de su misericordia. (105:44) Y dioles a conmiseraciones, delante de todos los que les habían cautivado.
En tierra desierta, e intransitable e inacuosa, así(a) en el santo, me he aparecido a ti, para ver tu poderío y tu gloria.
y a la promesa de Dios no vaciló con descreimiento, sino se confortó con la fe, dando gloria a Dios;
(137:9) Señor, retribuirás por mí; Señor, tu misericordia, por el siglo; Señor las obras de tus manos no desprecies.
(Salmo 103) Loor a Dios en la naturaleza. (Para David) Bendice, alma mía, al Señor: Señor, Dios mío, ¡cómo te has engrandecido sobremanera! De confesión y magnificencia te has vestido, envolviéndote en luz como en vestidura; tendiendo el cielo tal cual una piel; el que cubres de aguas sus alturas; el que pones nubes por ascenso de él, el que caminas sobre alas de vientos; el que hace sus ángeles ráfagas y servidores suyos fuego llameante;
Pero el fruto del espíritu es: caridad, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, continencia, (temperancia, castidad). Contra las cuales cosas no es la ley.
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