gócense en su esperanza, y sean pacientes en sus aflicciones, siendo constantes en la oración.
Bendito es Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien por su abundante misericordia nos hizo nacer de nuevo a la esperanza de salvación mediante la resurrección de Jesucristo,
y la confianza no confunde, porque el amor de Dios es derramado en nuestros corazones por el espíritu santo que nos fue dado.
porque por la esperanza vivimos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, porque si la vemos, ¿para qué la esperamos?
Estén siempre gozosos.
Oren sin desistir.
Den gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para ustedes en Jesucristo.
la cual es para nosotros como un ancla que sostiene firmemente nuestra alma para que no sea sacudida, y penetra hasta detrás del velo,
Pero el Dios de gracia que nos llamó a su gloria eterna por medio de Jesucristo, es quien nos ha permitido, mientras padecemos estas leves aflicciones, que seamos fortalecidos, afirmados y establecidos en Él para siempre.
Por tanto, no nos fatigamos, porque aunque nuestro hombre exterior se va desgastando, no obstante el interior se va renovando día a día,
de modo que podemos decir confiadamente: MI SEÑOR ES MI AYUDADOR, NO TENDRÉ TEMOR; ¿QUÉ PUEDE HACERME EL HOMBRE?
pero ustedes son hijos de Dios y los han vencido a ellos, porque mayor es el que está en ustedes que el que está en el mundo.
Y que nuestro Señor Jesucristo y Dios nuestro Padre, que nos ha amado y nos ha dado consolación eterna y buena esperanza por su gracia,
consuele sus corazones y los afirme en toda palabra y en toda buena obra.
Así que, hermanos míos y amados míos, estén firmes, inconmovibles, abundando en todo tiempo en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano.
Y cesará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni más clamor, ni más dolor, porque las primeras cosas han pasado.
La paz les dejo, mi paz les doy; yo no se las doy como la da el mundo. No se turbe su corazón ni tengan miedo.
Ésta es la confianza que tenemos en Él: que en todo lo que le pedimos de acuerdo a su voluntad, Él nos escucha.
Confiésense sus transgresiones unos a otros y oren unos por otros para que sean restaurados, porque es grande el poder de la oración que un justo hace.
Hermanos míos, yo mismo no considero haberlo alcanzado; pero una cosa sé: olvidando lo que queda atrás, y extendiéndome hacia adelante,
corro hacia la meta con el fin de obtener la victoria del supremo llamado de Dios por medio de Jesucristo.
puestos los ojos en Jesús, porque Él fue el Autor y Consumador de nuestra fe, quien por el gozo que había para Él soportó la cruz, despreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
recordando las obras de su fe delante de Dios Padre, el trabajo de su amor, y la constancia de su esperanza en nuestro Señor Jesucristo;
El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que tengan lo mejor.
porque no nos ha dado Dios espíritu de temor, sino de poder, de amor y de exhortación[1].
pero no solamente en esto, sino que también nos gloriamos en nuestras aflicciones, porque comprendemos que la aflicción perfecciona la paciencia en nosotros,
y la paciencia produce experiencia, y la experiencia, confianza;
Que su mente no se complazca en el dinero, sino que lo que tengan les sea suficiente, porque Yahweh mismo dice: 'NO TE DEJARÉ NI TE DESAMPARARÉ',
No les ha sobrevenido prueba que no sea común a los hombres, pero Dios es fiel que no permitirá que sean ustedes probados más allá de lo que puedan, sino que dará la salida para su prueba de modo tal que puedan soportar.
Les he hablado estas cosas para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción, pero tengan ánimo, yo he vencido al mundo.
asiéndonos firmemente de la confesión de nuestra esperanza, sin fluctuar, porque fiel es el que nos prometió.
Que el Dios de la esperanza los colme de todo gozo y paz en la fe, para que crezcan en su esperanza por el poder del espíritu santo.
En todo somos afligidos, pero no estamos agobiados; fatigados, pero no vencidos;
perseguidos, pero no desamparados; abatidos, pero no destruídos;
Y nosotros sabemos que a los que aman a Dios, Él los ayuda en todo para bien, a los que designó anticipadamente para que fueran llamados,
Por nada estén ansiosos, sino sean conocidas siempre sus peticiones delante de Dios en oración y súplicas y con acción de gracias,
y la paz de Dios, que excede a todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Jesucristo.
porque considero que las aflicciones del tiempo actual no son comparables a la gloria que ha de ser manifestada en nosotros,
Y a Aquel que es capaz por su gran poder de hacer por nosotros mucho más de lo que pedimos o pensamos, conforme a su poder que opera en nosotros,
pero Él me ha dicho: 'Mi gracia te es suficiente, porque mi poder se perfecciona en la debilidad'. Así que me sentiré gozosamente orgulloso en mis debilidades, para que el poder del Cristo more en mí.
porque estoy convencido de esto: que Aquel que inició en ustedes las buenas obras, las perfeccionará hasta el día de nuestro Señor Jesucristo.
Dichoso el hombre que sobrelleva las pruebas, porque una vez que haya sido probado recibirá la corona de la vida, la cual Dios ha prometido a los que lo aman.
Bendito es Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,
que nos consuela en todas nuestras aflicciones para que nosotros seamos capaces también de consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con el cual somos consolados por Dios,
¿Qué diremos, pues, acerca de esto? Si Dios está a favor nuestro, ¿quién contra nosotros?
Por lo cual, no estén preocupados por el futuro, porque el futuro se preocupará de sí mismo. Bástenle a cada día sus propios problemas.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de su gracia para recibir misericordia y hallar gracia para ser auxiliados en tiempo de aflicción.
y todo lo que fue escrito en épocas pasadas, fue escrito para instrucción nuestra, para que por la paciencia y por el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.