«Este es mi siervo, a quien he elegido, mi amado, con quien estoy muy contento. Sobre él pondré mi Espíritu, y proclamará justicia a las naciones.
Marcos 1:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) También se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy contento contigo». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo». Biblia Católica (Latinoamericana) mientras se escuchaban estas palabras del Cielo: 'Tú eres mi Hijo, el Amado, mi Elegido. La Biblia Textual 3a Edicion Y vino una voz de los cielos: Tú eres mi Hijo amado; en ti hallo mi complacencia.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y [vino] una voz de los cielos: Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti tengo contentamiento. |
«Este es mi siervo, a quien he elegido, mi amado, con quien estoy muy contento. Sobre él pondré mi Espíritu, y proclamará justicia a las naciones.
Mientras estaba aún hablando, apareció una nube luminosa que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy contento con él. ¡Escúchenlo!».
Y una voz del cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy contento con él».
En seguida, al salir del agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre él como una paloma.
Entonces apareció una nube que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado. ¡Escúchenlo!».
y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy contento contigo».
Entonces salió de la nube una voz que dijo: «Este es mi Hijo, mi elegido. ¡Escúchenlo!».
»Pues tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
El Padre mismo me envió y ha testificado en mi favor. Ustedes nunca han oído su voz, ni han visto su rostro.
Pero, cuando resucitó, a través del poder del Espíritu Santo, quedó demostrado que era Hijo de Dios. Él es Jesucristo nuestro Señor.
Él nos libró del oscuro poder de Satanás y nos trasladó al reino de su amado Hijo.