Toda la gente se quedó asombrada y decía: «¿No será este el Hijo de David?».
Lucas 5:26 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Todos quedaron asombrados y ellos también alababan a Dios. Estaban llenos de temor y decían: «Hoy hemos visto maravillas». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y todos, sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas. Biblia Nueva Traducción Viviente El asombro se apoderó de todos, y quedaron pasmados. Y alababan a Dios exclamando: «¡Hoy hemos visto cosas maravillosas!». Biblia Católica (Latinoamericana) Todos quedaron atónitos y alababan a Dios diciendo: 'Hoy hemos visto cosas increíbles. Pues todos estaban sobrecogidos de un santo temor. La Biblia Textual 3a Edicion Y el estupor sobrecogió a todos, y glorificaban a Dios, y se llenaron de temor, diciendo: ¡Hoy hemos visto° cosas increíbles! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos quedaron como fuera de sí, glorificaban a Dios y, llenos de temor, exclamaban: '¡Hoy hemos visto cosas increíbles!' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas. |
Toda la gente se quedó asombrada y decía: «¿No será este el Hijo de David?».
Así que las mujeres se alejaron a toda prisa de la tumba, asustadas pero muy alegres, y corrieron a dar la noticia a los discípulos.
Al ver esto, toda la gente se llenó de temor y dio gloria a Dios por haber dado tal autoridad a las personas.
Y el hombre se levantó, tomó su camilla en seguida y salió caminando a la vista de todos. Ellos se quedaron asombrados y comenzaron a alabar a Dios. ―Jamás habíamos visto cosa igual —decían.
Todos los vecinos se llenaron de temor, y por toda la región montañosa de Judea se comentaba lo sucedido.
Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: ―¡Apártate de mí, Señor; soy un pecador!
Todos se llenaron de temor y alababan a Dios. ―Hay entre nosotros un gran profeta —decían—. Dios ha venido en ayuda de su pueblo.
Entonces toda la gente de la región de los gerasenos le pidió a Jesús que se fuera de allí, pues tenían mucho miedo. Así que él subió a la barca para irse.
Después de nuevas amenazas, los dejaron irse. Por causa de la gente, no hallaban manera de castigarlos. Todos alababan a Dios por lo que había sucedido.