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Gálatas 1:24 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

24 Y daban la gloria a Dios por lo que él había hecho en mí.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

24 Y glorificaban a Dios en mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Y alababan a Dios por causa de mí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Y glorificaban a Dios por mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Y glorificaban a Dios por mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Y glorificaban a Dios por mi causa.

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Gálatas 1:24
13 Referencias Cruzadas  

Al oír esto, se calmaron y alabaron a Dios diciendo: ―¡Así que también a los no judíos Dios les ha dado oportunidad de arrepentirse y tener vida eterna!


Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba como muerto, pero ahora ha vuelto a la vida. Se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”».


Les digo que así mismo se alegran los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.


«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».


Al ver esto, toda la gente se llenó de temor y dio gloria a Dios por haber dado tal autoridad a las personas.


Pedimos esto en oración para que el nombre de nuestro Señor Jesús reciba la gloria por medio de ustedes. De ese modo él los alabará a ustedes, pues, aunque no lo merecen, nuestro Dios y el Señor Jesucristo muestran su amor por ustedes.


Eso sucederá el día en que el Señor venga para recibir la gloria de parte de su pueblo elegido y ser admirado por todos los que hayan creído. Ustedes estarán allí, porque creyeron en el mensaje que les dimos.


En efecto, al recibir esta demostración de servicio, ellos alabarán a Dios. Pues, luego de aceptar la buena noticia de Cristo, ustedes han demostrado obediencia al dar de manera generosa para ellos y para todos.


Todos se llenaron de temor y alababan a Dios. ―Hay entre nosotros un gran profeta —decían—. Dios ha venido en ayuda de su pueblo.


Y el hombre se levantó, tomó su camilla en seguida y salió caminando a la vista de todos. Ellos se quedaron asombrados y comenzaron a alabar a Dios. ―Jamás habíamos visto cosa igual —decían.


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