Hechos 3:15 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Mataron al autor de la vida, pero Dios lo levantó de entre los muertos, y de eso nosotros somos testigos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. Biblia Nueva Traducción Viviente Ustedes mataron al autor de la vida, pero Dios lo levantó de los muertos. ¡Y nosotros somos testigos de ese hecho! Biblia Católica (Latinoamericana) Mataron al Señor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello. La Biblia Textual 3a Edicion y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 al paso que disteis muerte al autor de la vida, a quien Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de los muertos; de lo cual nosotros somos testigos. |
Yo les doy vida eterna y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano.
―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
Pues tú le has dado autoridad sobre toda persona para que él les dé vida eterna a todos los que le has dado.
Jesús contestó: ―Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él. Y él te daría el agua que da vida.
Pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás. Al contrario, dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.
Pues así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo el poder de tener vida en sí mismo.
Sin embargo, Dios lo resucitó, librándolo de las ataduras de la muerte. ¡Era imposible que la muerte lo mantuviera bajo su dominio!
Estaban muy disgustados con los apóstoles. Pues ellos enseñaban a la gente y afirmaban que la resurrección se había hecho evidente en Jesús.
Por su poder, Dios lo exaltó como Príncipe y Salvador, para que diera a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
Así dicen las Escrituras: «El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente». El último Adán, Cristo, es el que nos da vida.
que Dios usó para resucitar a Cristo de entre los muertos. Y luego lo sentó a su derecha, en el sitio de más honor en el cielo.
Fijemos la mirada en la meta, que es Jesús, quien nos dio y perfeccionó nuestra fe. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ella significaba. Y ahora está sentado en el sitio de más honor, al lado derecho del trono de Dios.
Todo existe para y por medio de Dios, quien tiene el propósito de hacer que muchos de sus hijos compartan su gloria. Para lograrlo, Dios tenía que hacer perfecto a Cristo por medio del sufrimiento, para que así él nos salvara.
Así fue como Dios lo hizo perfecto, para que llegara a ser autor de salvación eterna para todos los que lo obedecen.
Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y nosotros somos amigos de su Hijo Jesucristo, quien es el Dios verdadero y nos da vida eterna.
También me dijo: «Ya todo está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
Luego el ángel me mostró un río claro como el cristal, cuyas aguas dan vida. Este río salía del trono de Dios y del Cordero.
El Espíritu y la esposa del Cordero dicen: «¡Ven!». El que escuche diga: «¡Ven!». El que tenga sed, venga. Y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.