Les aseguro que el que cree en mí, las obras que yo hago también él las hará. Y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.
Hechos 2:41 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Así pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados. Aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que creyeron lo que Pedro dijo fueron bautizados y sumados a la iglesia en ese mismo día, como tres mil en total. Biblia Católica (Latinoamericana) Los que acogieron la palabra de Pedro se bautizaron, y aquel día se unieron a ellos unas tres mil personas. La Biblia Textual 3a Edicion Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados, y en aquel día fueron añadidas como tres mil personas.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los que aceptaron su palabra se bautizaron. Y se les agregaron aquel día cerca de tres mil personas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así que, los que con gozo recibieron su palabra, fueron bautizados; y aquel día fueron añadidas a ellos como tres mil almas. |
Les aseguro que el que cree en mí, las obras que yo hago también él las hará. Y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.
Simón Pedro subió a bordo y arrastró hasta la orilla la red, la cual estaba llena de pescados de buen tamaño. Eran ciento cincuenta y tres, pero a pesar de ser tantos la red no se rompió.
Cierto día, se habían reunido como ciento veinte creyentes. Entonces Pedro se puso de pie en medio de ellos, y les dijo:
Al oír esto, los que no eran judíos se alegraron y alabaron el mensaje del Señor. Y todos los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.
Cuando oyeron esto, todos se sintieron profundamente conmovidos y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: ―Amigos, ¿qué debemos hacer?
Alababan a Dios y disfrutaban del aprecio general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.
Pero muchos de los que oyeron el mensaje creyeron. Así que la cantidad de creyentes, contando solo a los hombres, llegó a unos cinco mil.
Después de esto, José mandó llamar a su padre Jacob y a toda su familia, setenta y cinco personas en total.
Todos deben respetar a las autoridades públicas. Dios es quien da autoridad a los gobernantes, así que las que existen fueron establecidas por él.
Ustedes siguieron nuestro ejemplo y el del Señor. Y, a pesar de lo mucho que sufrieron cuando creyeron en el mensaje de la buena noticia, el Espíritu Santo los llenó de alegría.
Es decir, aquellos que hace mucho tiempo desobedecieron a Dios. Me refiero a los que no hicieron caso a Noé. Dios esperaba con paciencia que ellos se arrepintieran mientras Noé construía el arca. Pero solo unas cuantas personas, ocho en total, fueron llevadas por el arca a un lugar seguro. Estas personas fueron salvadas por medio del agua.
El segundo ángel derramó su copa sobre el mar. Y el mar se convirtió en sangre como de gente que muere desangrada. Murió todo ser viviente que había en el mar.