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1 Tesalonicenses 1:6 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

6 Ustedes siguieron nuestro ejemplo y el del Señor. Y, a pesar de lo mucho que sufrieron cuando creyeron en el mensaje de la buena noticia, el Espíritu Santo los llenó de alegría.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Así que recibieron el mensaje con la alegría del Espíritu Santo, a pesar del gran sufrimiento que les trajo. De este modo nos imitaron a nosotros y también al Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 A su vez ustedes se hicieron imitadores nuestros y del mismo Señor cuando, al recibir la palabra, probaron la alegría del Espíritu Santo en medio de fuertes oposiciones.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y vosotros llegasteis a ser imitadores nuestros y del Señor, habiendo recibido la Palabra en mucha aflicción,° con gozo del Espíritu Santo;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la palabra con alegría del Espíritu en medio de tantas tribulaciones.

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1 Tesalonicenses 1:6
33 Referencias Cruzadas  

Luego dijo Jesús a sus discípulos: ―Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga.


Una vez más Jesús se dirigió a la gente y les dijo: ―Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.


Y los discípulos quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.


Así pues, los apóstoles salieron del tribunal. Estaban llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir insultos por causa del nombre de Jesús.


Mientras tanto, la iglesia disfrutaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Cada día se hacía más fuerte, pues todos respetaban al Señor. El número de creyentes iba creciendo, y eran todos fortalecidos por el Espíritu Santo.


Le pido a Dios, quien da esperanza, que los llene de toda alegría y paz. Pues ustedes creen en él, y quiero que el poder del Espíritu Santo los llene de confianza.


Sigan mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.


Los felicito, porque ustedes se acuerdan de mí en todo y retienen las enseñanzas, tal como se las transmití.


Por tanto, les ruego que sigan mi ejemplo.


En ocasiones estamos como tristes, pero siempre estamos contentos. Somos pobres, pero a muchos les compartimos nuestra riqueza. No tenemos nada, pero a la vez lo tenemos todo.


Incluso hicieron más de lo que esperábamos. Ellos primero le entregaron su vida al Señor, y después se dedicaron por completo a nosotros, pues Dios así se lo pidió.


En cambio, los que viven guiados por el Espíritu muestran amor por los demás, son alegres y tienen paz. El Espíritu los hace tener paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,


Ustedes son hijos de Dios y él los ama. Por tanto, traten de ser como Dios es.


Hermanos en la fe, sigan mi ejemplo. Miren cómo lo hacen los que han seguido el ejemplo que hemos dado.


Así que nos sentimos orgullosos de ustedes ante las iglesias de Dios. Pues ustedes continúan confiando en Dios a pesar de soportar toda clase de persecuciones y sufrimientos.


Ustedes mismos saben cómo deben comportarse para seguir nuestro ejemplo. Nosotros no vivimos como vagos entre ustedes,


Y, aunque teníamos derecho a esa ayuda, no la pedimos, para darles buen ejemplo.


Predica el mensaje de Dios, nunca dejes de hacerlo, aunque no parezca ser el mejor momento. Corrige, reprende y anima con mucha paciencia a todos, sin dejar de enseñar.


También sintieron compasión de los que estaban en la cárcel. Y, cuando a ustedes les quitaron sus bienes, lo aceptaron con alegría, seguros de que tenían una riqueza mejor y más permanente.


Esto es para ustedes motivo de gran alegría, aunque ahora, por algún tiempo, tengan que sufrir muchas dificultades.


Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que no lo han visto. Aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo tan grande y maravilloso que no se puede describir con palabras.


¿Quién les va a hacer daño a ustedes si se esfuerzan por hacer el bien?


Querido Gayo, hermano en la fe, no sigas el ejemplo de los que hacen lo malo, sino el ejemplo de los que hacen lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios.


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